Whisper In Her Ear / Susurro en su oído (Seulrene - Español)

13. Arder

[N/A]: Escenas pasadas en cursiva, escenas presentes en fuente normal.

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—Déjenme salir—. Gruñó Joohyun, con la mirada clavada en la espalda de un enfermero que vigilaba la parte delantera de su celda.  

El hombre no se molestó en darse la vuelta y solo le dedicó un suspiro cansado, como si deseara que se callara de una vez con su molestia. 

—Vuelve a tu cama, niña.

—¡Dije que me dejes salir!— Repitió ella más fuerte, y el hombre se volvió por fin a mirarla. 

—Escucha, niña. Nadie te va a dejar salir con esa actitud tan agresiva. ¿Ves a los otros pacientes de allí? Sí, pareciera que pueden andar libremente porque saben comportarse. Así que, si quieres salir de esta celda, te sugiero que moderes tu temperamento y actúes correctamente.

Joohyun le lanzó una mirada desagradable. —No soy una de ellos—. Escupió la última palabra como si estuviera asqueada. —No soy tu 'paciente'. Y no soy una maldita loca.

El enfermero soltó una carcajada divertida y burlona a la vez. 

—Eso es lo que todos ellos decían antes de darse cuenta de lo jodidamente locos que estaban.

Joohyun estaba a punto de replicar cuando otra enfermera entró por el pasillo con un carrito lleno de medicamentos.  

—Es hora de tu medicina, Bae—. La enfermera se detuvo frente a su celda. 

Joohyun hizo una fuerte mueca. 

—No voy a tomar esas cosas.

—Tienes que hacerlo. Ya he tenido bastantes problemas con el médico jefe porque no dejabas de tirar tus píldoras. Te pondré esta en las venas, a la fuerza si es necesario. 

Joohyun observó una puntiaguda jeringa emergiendo de su envoltorio esterilizado e inmediatamente dio un paso atrás en señal de alarma.

—No vas a acercarte a mí con esa cosa.

—Lo siento, querida—. La enfermera sonaba todo menos apenada, rellenando la jeringa con un líquido desconocido y luciendo indiferente —No nos dejas otra opción. 

La puerta se desbloqueó y Joohyun se escabulló hacia un rincón con los ojos muy abiertos de un animal amenazado, chillando a todo pulmón. —¡Aléjate! Aléjate de mí!

—Sujétala por mí—. Instruyó la enfermera a su amigo y este se acercó inmediatamente para sujetar a Joohyun por las muñecas. 

Joohyun gritó y se agitó, luchando desesperadamente por romper su férreo agarre, pero sintió que sus muñecas estaban sujetas por cadenas de metal.

Un chillido desgarrador la atravesó cuando vio que la aguja se acercaba.

En su estado totalmente dominado por el pánico, lanzó un rodillazo a la ingle del enfermero y lo hizo caer al suelo con un grito de dolor. 

Los ojos de la enfermera se abrieron de par en par en estado de shock, y Joohyun, ahora libre y colérica, sin que nadie la controlara, inmediatamente avanzó con un salto y un estruendo.

Paso tan solo un segundo antes de que la enfermera fuera derribada al suelo. La jeringa que tenía en la mano fue volteada hacia ella y la aguja se dirigió peligrosamente hacia su ojo, a un milímetro de distancia.