21. Huida

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—Entonces, ¿dijo que sí? 

Seulgi presionó el teléfono un poco más cerca de su oído, acomodándose en la silla acolchada de afuera de la habitación de Irene y sintiendo más ansiedad de la que quería tener. Su otra mano se apretó contra su boca mientras sus dientes mordían sus uñas con nerviosismo. 

—Lo hizo—. La respuesta de Seungwan calmó todas sus preocupaciones, y se hundió en su silla con gran alivio. 

—Gracias a Dios. Gracias, Seungwan. Muchas gracias. No sabes lo feliz que estoy de escuchar eso. 

—Yo también, torpe—. Se rio Seungwan tranquilamente, con la voz todavía algo apagada. —No tienes que agradecerme. Es mi hermana. Haré todo lo que pueda para ayudarla. Mamá ya no podrá entrometerse en su vida cuando la transferencia legal de la tutela sea oficial.

Seulgi tarareó su respuesta, y una sonrisa sincera finalmente adornó su rostro después de lo que había parecido una eternidad. —Aun así, gracias. Has hecho mucho por ayudar. Además, no he vuelto a ver ningún noticiero atacándola.  

Seungwan se quedó callada durante un rato ante esa mención. Cuando volvió a hablar, su tono era sombrío. —Te das cuenta de que la policía sigue buscándola, ¿verdad? A diferencia de los medios de comunicación, a ellos no se les puede comprar del todo. La familia del fallecido sigue enfadada. Exigen un acto legal. En el caso de Joohyun unnie, quieren que la encuentren y la encierren en una clínica porque consideran que es una amenaza para el público. Algunos testigos han declarado ver a una chica que coincidía con sus rasgos la noche después del accidente. Supongo que fue antes de que Yura la recogiera. 

La sonrisa de Seulgi y sus hombros volvieron a caer. —Lo sé... yo también sé que no tengo más remedio que devolverla a la clínica uno de estos días, es solo que... quiero darle algo más de tiempo.  

—Entiendo—. Murmuró Seungwan, aparentemente tan indispuesta como ella a devolver a Irene al hospital. —Tómate tu tiempo. No te preocupes. Intentaré alejarlos todo lo que pueda. Al fin y al cabo, para algo tiene que servir todo este asqueroso dinero corporativo, ¿no? 

La carcajada en el teléfono pretendía dejar la frase como una broma, pero Seulgi pudo captar la amargura en ella, incluso sin ver la cara de su mejor amiga.  

—Seungwan, lo siento. Todo esto debe ser duro para ti también.

La lenta risa se detuvo y, tras ella, surgió la dolorosa verdad. —Lo es, pero no es nada comparado con lo que ha pasado Joohyun unnie. Es duro vivir con mamá sabiendo la clase de persona que es realmente, pero le prometí que le daría una oportunidad si deja de entrometerse en la vida de unnie. Ella está haciendo su parte, así que yo estoy haciendo la mía.

Seulgi asintió, aunque Seungwan no podía verla.

—¿Oye, Seul?— La chica sonaba nerviosa, casi como si estuviera insegura. —¿Le dirías a Joohyun unnie que cuando esté lista me gustaría mucho poder verla?

Seulgi asintió de nuevo, con una pequeña sonrisa en su rostro. —Por supuesto. Se lo diré uno de estos días. 

—Gracias. Supongo que eso es todo entonces—. Seungwan estaba a punto de colgar la llamada, cuando Seulgi la detuvo antes de que pudiera hacerlo. —Oye, Wan.

—¿Sí?

—Eres una persona increíble. Lo estás haciendo realmente bien. 

Hubo un momento de silencio, y luego Seulgi creyó oír un resoplido. 

—No llores—. Se rio.

—Cállate—. La cortó Seungwan, y sollozó un poco más, tratando de reprimir su propia risa creciente. —Voy a colgar, adiós.

Whisper In Her Ear / Susurro en su oído (Seulrene - Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora