Pequeño bollito || Yoonmin omegaverse

veintiuno

La familia Min siempre había sido una bastante unida a la que le gustaba compartir tiempo juntos y que no dudaban en protegerse unos a los otros, ahora que YoonGi pasaba mucho tiempo fuera de casa; cosa que no había común hasta hacía poco más de un mes, todos los domingos debían de ser dedicados para ellos. 

Por supuesto ahora también con la presencia del omega de mejillas bonitas.

Hacía poco tiempo que habían terminado el exquisito almuerzo preparado por los padres del alfa, encontrándose aún todos en la mesa. -- Así que tus papás son dos alfas... -- Dijo sorprendido EuiJin. -- Ellos de seguro que te han tenido que mimar bastante. --

-- Así es, hyung. Mis papás me adoran, soy un caso muy raro ya que todo mi árbol genealógico son alfas pura sangre; así que soy el mimado de toda la familia. -- Comentó, riendo un poco al sentir como YoonGi se tensaba a su lado. -- Tranquilo, Gigi, ellos están muy agradecidos contigo, no serán rígidos como piensas. -- 

-- ¿Conmigo agradecidos? ¿Estás seguro? -- 

El omega asintió con la cabeza, agradeciendo sonriente al señor Min cuando este le dejó frente a él en la mesa una taza con té japonés. -- Mis padres tuvieron que dejarme marchar muy pronto por estudios, tuve que hacerme independiente antes de mi mayoría de edad y pasaba mucho tiempo solo. Que ustedes me hayáis hecho un hueco en vuestra familia, cuidándome y dándome atención, les hace estar agradecidos. -- Aseguró. 

-- JiMinie, cariño ¿Y cómo no lo íbamos a hacer? no podría pensar en un muchachito más agradable y educado que tú; nos alegra mucho tenerte por aquí junto a nuestro hijo menor. -- 

La joven pareja se miró, el alfa avergonzándose rápidamente al recibir un besito casto en sus labios frente a sus padres. Sus mejillas y orejas no tardaron en sentirse arder delatándolo; y por ende, pronto escuchando las inocentes burlas de su hermano mayor hacia él. -- YoonYoon, eres aún tan chiquito.~ -- Canturreó EuiJin estirando su brazo para revolver los cabellos de su familiar. 

YoungMi rió mientras apoyaba su cabeza en el hombro de su marido; disfrutaba de sobremanera ver como su familia reía junta, desde que era apenas una cachorrita de seis años ya sabía que esta era su mayor meta en la vida, ver que la había conseguido con la persona de la que se enamoró profundamente le hacía sentir completa. 

-- ¿Cuándo será la próxima vez que veas a tus padres, JiMin-ah? -- Inquirió esta vez ChanSeok; aún dándole vueltas a la situación complicada para los progenitores del omega, nunca era fácil ver a tu hijo partir de tu casa; ni imaginar de tu ciudad y además a temprana edad. 

Seguro que lo extrañaban en demasía. 

-- Seguramente cuando termine mis exámenes, los cuales tienen que empezar en poco tiempo. Lo más posible es que sea en ese periodo, o tal vez espere las pocas semanas que queden y ya los visite en navidad. -- Pensó, luego encogiéndose de hombros. 

-- Si por casualidad ellos vienen a Seúl no dudéis en visitarnos; sería agradable conocerles. -- 

-- Papá... no agobies a JiMinie. -- Murmuró el menor de la familia de albinos, presentar a ambas familias tal vez era algo demasiado serio; no sabía si el más pequeño iba a estar tan cómodo con aquello. 

Sin embargo, una vez más el rubio le corrigió en cuanto a sus ideas sobre él. -- No me agobia, YoonGi-ah;  estoy seguro que mis papás también querrán conocer a las personas con las que ahora paso tanto tiempo. -- Contestó animado, entrelazando sus deditos con los del alfa para luego dar un sorbo a su taza de té con ayuda de su mano libre. 

EuiJin no podía hacer mucho más que mirar a ellos dos y sonreír; ese omega siempre hablaba de la gratitud que tenía la familia Park hacia ellos, pero es que seguro que ni podía imaginarse la que tenían los Min hacia a él. El menor de ojos pequeñitos estaba haciendo que YoonGi sacase la mejor versión de él, empujándole a salir de su burbuja insegura y de personita demasiado introvertida.