veintiseis

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¡Primer mes de embarazo!

Hoy era un día especial; bueno aún más especial que todo lo que estaba siendo esta semana caótica. Tras la llegada a sus vidas del pequeño bollito, ambos habían decidido que lo más factible era irse a vivir juntos. YoonGi le había asegurado un millón de veces que no quería perderse nada del proceso y que además; quería estar ahí para apoyarle y ayudarle en todo lo que necesitase. 

Al inicio fue algo difícil de explicar a las familias ¿Por qué de repente ellos querían vivir juntos? Pues claro, no habían informado a ninguno de sus padres sobre el pequeño dato de que tenían  a un bebé en camino. El omega quería poder dar esta noticia a las dos familias a la  vez y sobre todo en persona; así que tenían que esperar a que sus padres estuvieran allí. Además de que primero quería asegurarse de que todo estaba bien con su bollito, no soportaría dar esta noticia y que luego algo resultase mal.

Habían dejado a ambas parejas de padres confundidos, pero obviamente ninguno de ellos se opusieron a que los chicos vivieran juntos; bajo la excusa de que esto sería mejor para YoonGi debido a que el apartamento de JiMin estaba más cerca de la cafetería que su propia casa, no parecía algo descabellado. 

Por eso es que el hogar ahora estaba un tanto patas arriba, habían cajas con ropa y algunos objetos personales del alfa por algunos lugares del apartamento. Apenas hacía unos días habían comenzado con la mudanza, y el trabajo y los estudios no les habían dado demasiada chance. Intentarían ordenar todo en el fin de semana. 

¡Pero bueno! ¡Hoy irían por primera vez al médico! 

-- Bollito, hoy vamos a informarnos de tus primeros cuidados, papá y yo vamos a cuidar mucho de ti. -- Aseguró acariciándose aún el plano abdomen justo antes de colocarse sus zapatos para salir hacia el trabajo de su alfa; quien seguro que le esperaba impaciente. 

Todo esto aún parecía un sueño lejano, realmente JiMin no había esperado quedar embarazado tan joven; pero tampoco siquiera se había planteado abortar, él lucharía por su cachorrito, y su pareja tenía el mismo deseo, así que la situación no podía ser mejor. 

El rubio de mejillas abultadas, envuelto en varias capas de ropa y con una bufanda que tapaba hasta debajo de su nariz se dirigió hacia la cafetería, aunque no tenía tanto frío sabía que YoonGi le regañaría si no se cubría. Estaban en pleno invierno, y a decir verdad Park era de fácil resfriados. 

Apenas fueron unos quince minutos andando, los cuales fueron meramente agradables gracias al navideño paisaje. La nieve, las luces, las familias andando por el centro de la ciudad; todo olía a navidad. Cuando menos lo esperó él ya estaba entrando en el lugar, haciendo sonar la campanita de la puerta. 

Era casi mágico lo de ellos dos, a pesar de que el lugar estaba lleno de gente a la primera persona que vio entre todos fue a YoonGi, quien estaba tras el mostrados cobrándole la merienda a una familia. 

"Nuestro alfa es tan bonito" Pensó admirando como este mismo hacía una reverencia y ofrecía la flor correspondiente a la familia. 

-- ¿Ya llegaste a pasarlo a buscar? -- Dijo el hombre que JiMin conocía por ser el jefe de su pareja. 

-- Así  es, YoongSoo-ssi. Gracias por dejar que Gigi venga conmigo hoy. -- Agradeció el rubio, por supuesto haciendo un intento de reverencia que el hombre interrumpió colocándole la mano en el hombro. 

-- No debéis de agradecer nada en absoluto, es lo mínimo que hay que hacer en estos casos. Además, YoonGi es un pilar para mi dentro de la cafetería, esto no funcionaría sin él, siempre que pueda ayudarle con algo, lo haré. -- 

Pequeño bollito || Yoonmin omegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora