Cuando crees que las cosas van mal, podrían ponerse peor, gracias a tragedias transcurridas en tu vida decides mudarte a Inglaterra para encontrar un nuevo y mejor futuro, sin embargo, te darás cuenta que tu objetivo ha sido pisoteado por un secreto...
Hoy me desperté más temprano de lo habitual, tenía que prepararle el desayuno a Brahms. También por el hecho de que debía abrir la puerta de la mansión e intentar que Matteo no se diera cuenta que hay alguien más aquí.
Baje las escaleras y me dirigí a la cocina, saqué fruta, verdura, carnes, pan y café, comencé a preparar el desayuno solo para Brahms y para mi.
Terminando el desayuno volví a subir y me dirigí a mi habitación, Brahms seguía dormido.
- buenos días grandulón, despierta. —-deje la charola de comida encima de la cama—-
Vi como Brahms abrió sus lindos ojos lentamente, por primera vez lo veía completamente sin la máscara.
- Buen día. —-dijo acariciando mi mentón—-
- el desayuno está listo.
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- Se ve delicioso _______, gracias.
- No hay de que, come ¿okey? Pero no todo, yo también debo comer algo.
- Claro, por cierto ¿por qué te levantaste más temprano?
- ¿mhm?
- son las 6:00 am, casi siempre te levantas a las 9:00 am.
- Brahms, recuerda que Matteo se quedó a dormir... se vería muy extraño que lleve un plato de comida a mi cuarto y yo no estuviera ahí para comer lo que prepare ¿cierto?
- Cierto, se me había olvidado que él estaba aquí.
- bueno, ya come.
- ¿no comerás conmigo? —-tomó mi brazo—-
- Debo buscar las llaves.
-Yo ahorita te las doy, acompáñame.
Brahms y yo comimos juntos, mientras comía me quede observando la cicatriz que tenía en su rostro, probablemente tenga más en otras partes del cuerpo.
7:05 am
- Brahms...
- Dime.
- ¿Serías tan amable de abrir la puerta principal? —-le dije dándole un beso en la mejilla—-
- Claro, así convences a cualquiera. —-soltó una risa—-
