Dulce obsesión → Brahms Heelshire ♡

25. •En llamas•

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Las cosas no han sido iguales desde tu partida ______, pero está bien, puedo soportarlo, todo gracias a la ayuda de Greta, que por cierto... su sangre en serio es muy roja, prácticamente llegando a negra. Aunque la verdad el color de su sangre combina mucho con su personalidad, puedo catalogarla como una maldita loca, neurótica y nada estable.

En la mansión no suelo tener instrumentos específicos para torturar a gente.
Algún cuchillo, cuerda, ácido o navaja sirve bastante.

Suelo torturar a Greta casi todos los días, así será hasta que ella vuelva, para cuando eso haya sucedido seguramente el cuerpo de Greta ya estará tirado en alguna parte del bosque.

Todo lo que hago solo por ti, _____.

Mi obsesión y amor cada día crece más, al no tenerla conmigo me siento vacío, como si toda mi felicidad se hubiera ido. Conservó su ropa, el olor de su perfume abunda en ella, mechones de cabello que conserve cuando los cortaba en el momento en que dormía, su ropa interior oliendo a su lindo y cálido cuerpo, cada parte de esta mansión me recordaba a ella, el amor y el trato que tenía hacía mí, me sentía especial, me hacía sentir que no había nada malo en mí y por supuesto, me acepto tal y como era.

Pero recordar esto solo hacía enfurecerme, ella ya no era mía, todo gracias a la perra de mi ex niñera.
En ese momento la sonrisa se me borraba de la cara, lo único que quería era torturarla hasta que ya no aguantara más... así que, lo hice.

Tomar un cuchillo y un poco de alcohol no fue nada difícil.

Me dirigí al sótano para darle una visita a Greta, entre y ahí estaba ella, sentada, atada de manos y pies, justo como la había dejado. Ahora ya no me miraba con la cara desafiante de antes, ahora me miraba con temor, eso me hacía sentir vivo porque sabía que ella me veía como lo que realmente era, como me nombró... un monstruo.

Me dirigí poco a poco hacia Greta, en cuanto llegue acaricié su rostro, tenía demasiadas cortadas y golpees así que decidí terminar el trabajo, no la iba a matar... sólo quería quemarla, un rostro lleno de marcas ya no le serviría a nadie
¿Qué más da dejárselas de por vida?

Ella me miraba con temor absoluto mientras me gritaba.

- ¡Brahms por favor no lo hagas! —-dijo entre
sollozos—-

- Nada de esto estaría pasando si tú no te hubieses metido en mis planes, Greta.

- Por favor...

- Ella era lo único que tenía y me lo arrebataste de la peor manera.

- Hacerme esto no la traerá de vuelta.

- Lo sé, pero calmará mi dolor. —-sonreí—-

Greta comenzó a agitarse más pero la verdad ya no me importaba, tomé alcohol y lo esparcí por todo su rostro, tire un fósforo y comenzó a arder en llamas.

Ella gritaba de dolor, me suplicaba que le quitara el fuego del rostro, bien sabía que corría el riesgo de que se incendiaran otras partes de su cuerpo pero lo ignore por completo, solo quería verla sufrir.

Pasó un tiempo así hasta que decidí apagar el fuego, si me pasaba de tiempo la podría haber matado.

La estabilice y la lleve a mi habitación de cuando era pequeño, Greta tenía toda la cara vendada, se veía muy mal... apenas y respiraba.

Al verla así no sentí nada, ni dolor ni placer, solo estaba ahí existiendo. Aún no habría sus ojos así que solo le puse un suero junto con medicina, era inexperto para las agujas pero no me quedaba de otra más que inyectarla por mi propia cuenta.

Después de eso salí de la habitación y le puse seguro a la puerta, posteriormente me dirigí al cuarto de ______ y me recosté en la cama.

No cambié nada, seguía siendo el mismo de siempre y eso era algo que no podía evitar, no podía ocultárselo a ______, pero de todas formas tendría que regresar.

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Lamento la tardanza, he estado muy ocupada, actualizaré más seguido. 🫶🏻