Dulce obsesión → Brahms Heelshire ♡

31. •Hombre extraño•

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Los latidos en mi pecho comenzaron a ser más calmados, escuchar la voz de mi hermano me tranquilizo bastante.

- Charles, me tomaste por sorpresa.

- Lo sé, hace mucho que no te llamaba, cuando regrese aquí a Nueva York nuestros padres me dijeron que estabas en Inglaterra.

- ¿Volviste a Nueva York? ¿Cuándo?

- Hace 2 semanas, intenté comunicarme contigo pero no atendías el celular. ¿Terminaste tu carrera? ¿En dónde estás trabajando?

- Sí, bueno, terminé medicina pero estoy trabajando de niñera.

- ¿Qué? —-soltó una carcajada—- ¿estás segura de que no vives en la calle?

- Que chistoso —-dije irónicamente—- aunque no lo creas, aquí me pagan mejor.

- Por supuesto que te creo, en Inglaterra hay muchos niños malcriados de los cuales sus padres no se quieren hacer cargo ¿cómo se llama el pequeño?

- Brahms —-dije con tono bajo—-

- ¿Cuántos años tiene? Seguro no es mayor a 13.

- Pues no me creerás si te dijera que no es un niño al que tengo que cuidar.

- ¿Cómo? —-dijo intrigado—- si me acabas de decir que eres una "niñera".

Empecé a escuchar pasos acelerados hacia mi dirección, sabía que era Brahms y no quería hacerlo molestar.

- Después te explico Charles, gracias por llamar.

De inmediato colgué el teléfono y me fui corriendo a mi habitación, en realidad no sirvió de nada porque Brahms logró alcanzarme por ese pasadizo que tiene en dirección a mi cuarto. Mientras entraba como un psicopata obsesionado no me quito la mirada de encima.

- Puedes explicarme ¿quién era ese tipo?
—-dijo molesto—-

- ¿Perdón? —-lo miré sorprendida—-

- Te escuché, lo llamaste "Charles" ¿quién es?

- Es increíble —-solté una risa sarcástica—- primero me encierras, después me eres infiel, me dejas inconsciente y ahora resulta que el que debe sentir desconfianza eres tú, no seas ridículo Brahms Heelshire.

- Te he pedido mil veces perdón por eso. —-dijo agachando su mirada—-

- Con un "perdón" no resuelves un carajo, también te lo he repetido varias veces; pero para que veas que yo si tengo decencia humana, la persona con la que estaba hablando es mi hermano.

- Ah...

- Ahora si me disculpas, tengo mejores cosas que hacer que estar perdiendo mi tiempo contigo.
—-dije tomando un libro que estaba en mi mesa de noche y me recosté—-