6. Seo Changbin es un genio

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Felix se encontraba en la escuela, sin embargo, parecía estar en otro lugar; eso lo había notado su amigo inseparable y compañero de travesuras Seo Changbin, quien llevaba observando a su mejor amigo por mucho tiempo viendo como este parecía no ponerle atención desde hace ya un rato, aparte le preocupaba de que por su culpa la maestra los regañara por no tener ya hecha la actividad que consistía en armar una casita, tal vez había sido mala idea pedirle que fuera su compañero.

- Pst, Lixie... - musitó por lo bajo Changbin picando el bracito de su compañero de banco con un palito para llamar su atención.

Felix por su parte sentía algo en su brazo pero no le tomaba importancia, pues se encontraba más concentrado en pensar en cómo su plan de no ir a la escuela había fallado. El pecoso tenía muchas dudas, se supone que en estos momentos debería de estar en la comodidad de su cuarto jugando con su lindo niñero mientras comían deliciosas galletas y tal vez estarían acompañados de su nuevo hyung, pero para su mala suerte este último ni había captado sus indirectas y por su culpa había terminado allí.

- Lixieeeee, hazme caso. - dijo ya irritado Seo dejando caer lo que tenía en la mano.

- Perdón, pero no quería venir. - respondió poniendo un puchero en su rostro mientras tomaba un pincel aparentando hacer algo. - Todo fue culpa de un tonto. - añadió esto último en un susurro.

- Tengo una idea, hay que acabar rápido para que podamos salir antes al recreo y me cuentas. - comentó animado Chang.

Al ver la emocion con la que su mejor amigo comenzó a armar la casita Félix asintió conforme con la propuesta y empezó a pintar los dichosos palitos de madera que tantos problemas le habían traído.

°°°

Una vez que la campana anunció el inicio del receso el par de amigos salió corriendo junto con sus bolsitas del almuerzo en dirección hacia un par de banquitas.

- Ahora sí Lixie, cuéntame. - dijo Changbin mientras se sentaba y comenzaba a sacar su lunch.

- Pues... Tengo un nuevo vecino, se llama Minho y me cae muy bien. - comenzó Felix balanceado de un lado a otro sus piernitas. - Pero Hannie se porta extraño cada vez que lo ve. - confesó viendo como su mejor amigo se acercaba más para prestar mayor atención. - Hoy no quería venir a la escuela y pensé que mi nuevo hyung me ayudaría. Siempre que los dos están juntos ponen caras de bobos y me dejan hacer lo que quiera. - contó haciendo reír al contrario. - ¡Pero ahora ni siquiera volteron a verse! Hannie estaba actuando más extraño de lo usual.

- ¿En serio? - preguntó interesado el mayor, pues él ya conocía al niñero de su amigo y sabía lo extraño que era, es más, cuando lo conoció por primera vez le dio miedo y lloró pidiendo por su mamá, luego le dio una galleta y se convirtieron en amigos.

- ¡Sí! Hannie se enferma siempre que lo ve, se pone todo rojo y comienza a sudar. - trató de explicar moviendo sus manitas de manera extraña.

Frunciendo sus cejas Changbin sorbió de su jugito antes de hablar. - ¿Se va a morir?

- ¡Claro que no! Hannie es inmortal. - respondió el pecoso muy seguro de si mismo. - Pero, tal vez Minho hyung lo enferma.

- Entonces no dejes que se le acerque. - contestó Chang ahora con la boca llena de arroz. - Tal vez hoy hiciste que Hannie se sintiera mal por hacer que pasara más tiempo con tu vecino y por eso te trajo a la escuela, fue su venganza. - concluyó su mejor amigo haciendo que para Felix tuviera mucho sentido, a veces su niñero era malvado, como cuando no lo dejaba comer sus deliciosas galletas y la daba apio, ¡Puaj! Esa cosa sabe horrible.

- Tienes razón, no dejaré que Minho hyung hable con Hannie. - dijo decidido el pecoso levántandose de su asiento poniendo pose de superhéroe. - Voy a cuidar de Hannie como él cuida de mi o me dejaré de llamar Lee Felix.

¡Felix manos a la obra!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora