7. El ridículo de Minho

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Habían pasado al menos tres días y Felix se sentía orgulloso de que por primera vez en sus 6 casi 7 años de vida uno de sus tantos planes estuviera funcionando, pues no había dejado que su vecino Lee Minho se acercara a su lindo niñero a menos de un par de metros de distancia, siempre que lograba evitarlo inflaba su pechito con orgullo mientras Jisung lo veía con ojos de loco... como en esta ocasión.

- Hannie, apúrale. - decía el pecoso tratando de jalarlo para llegar más rápido a su casa.

Acababa de salir de la escuela y grande fue su sorpresa cuando en la otra esquina de la calle apunto de llegar a su hogar pudo ver a cierto azabache, el cual al verlos no dudó en caminar más rápido.

- Lixie, vengo cargando tu mochila, no puedo ir más rápido. - decía Jisung sin percatarse de lo que trataba de hacer el pequeño a su lado.

Felix ya no sabía que hacer, podía sentir como su vecino apresuraba su paso, por lo que tuvo que recurrir a su arma secreta. - Hannie, me anda mucho del baño sino llego siento que voy a explotar y tendrás que ayudarme.

Pareciendo que le habían avisado que había rebajas en el centro comercial el mayor tomó en brazos al niño y prácticamente corrió con todas sus fuerzas para llegar a casa antes de que la locura se desatara, por otro lado Felix solamente pudo observar como Minho tropezaba por tratar de alcanzarlos,  por lo que solamente atinó a reírse por lo bajo.

Ay, si hubiera sabido desde antes que su vecino hacía muchas ridiculeces hubiera hecho esto desde el primer día que lo conoció, aunque pensaba que tenía que ser un poco piadoso, pues recordaba muy bien que Minho le había regalado su linda casita digna de cualquier aventura que imaginara junto con sus peluches, tenía que darle un poco de crédito, así que ya no sería tan malo.

°°°

Luego de comer y hacer sus deberes Felix le había pedido a Jisung ver una película mientras comían palomitas, por esa razón Toy Story 2 resonaba por toda la sala, sin embargo, el castaño ya había caído rendido y el pecoso era el único poniendo atención, justo estaba la escena dónde Buzz quiere rescatar a Woody cuando el timbre de la casa fue tocado.

Soltando un pequeño suspiro tomó el control remoto que yacía sobre el regazo contrario para pausar su película, le tomó unos cuantos segundos decidir si valía la pena levantarse el mismo, pero una vocecita en su cabeza lo detuvo antes de comenzar a sacudir a Jisung ¿Y si era el metiche de su vecino?

Tomando iniciativa se levantó con sumo cuidado y se acercó a la puerta. - ¿Quién es? - preguntó cantarín pegando su orejita a la madera.

- H-hola Lixie, es Minho.

- ¿Cuál Minho?

- Soy yo Lixie, tu vecino Minho.

Frunciendo sus cejitas comenzó a pensar cómo deshacerse de el. - No puedo abrir, Hannie no está.

- Hmm, está bien, cuando regrese... ¿Podrías decirle que quiero hablar con el? - preguntó el mayor al otro lado con un poco de nerviosismo en su voz.

- Nopi. - respondió cantarín el pecoso separándose de la puerta para regresar a ver su película sin importarle de nuevo los toquidos demandando su atención.

- ¡Lix! ¿Acaso me dijiste que no?

Ignorando el último llamado tomó asiento a un lado de Jisung que se removía ligeramente a causa del ruido.

- A dormir, a dormir, a dormir querido Hannie... - cantaba Felix al mismo tiempo que tomaba asiento sobre sus piecitos para poder acariciar los cabellos castaños con la intención de hacerlo volver al mundo de los sueños, casi siempre eso lo hacía su madre con el y sabía que funcionaba, pero para su desgracia, está vez fue el timbre el que sonó en repetidas ocasiones

El castaño al mando abrió sus ojos con pesadez e irritación. - Ahorita vengo Lixie.

- ¡No, Hannie puede ser un monstruo feo y peludo! - exclamó prendiéndose al pantalón ajeno como una garrapata.

- Lixie, ya te he dicho que eso no existe. - decía el niñero arrastrando su pierna para poder caminar junto con el pequeño niño.

- ¡Hannie, no quiero que mueras! - continuaba diciendo el pecoso afianzando aún más su agarre. Jisung podía sentir sus uñitas incrustarse en su piel.

- Lixie, el único que va a morir es quien me despertó con esos toquidos y tal vez tú si me sigues pellizcando.

Al instante de que el mayor término con su oración el pecoso se soltó cayendo de sentón, pues sabía que despertar a su niñero no era buena opción, pues casi siempre despertaba de malas, lo bueno es que en esta ocasión la furia no se desataría en su pequeño cuerpecito.

Como el timbre continuaba sonando Jisung abrió la puerta de un jalón aguantándose las ganas de maldecir en voz alta, pues había un niño presente.

Por otro lado, Felix solamente atinó a cubrirse su boquita para que ninguna carcajada saliera sin permiso, pues apenas la puerta fue abierta su vecino casi cae de lleno al suelo sino se hubiera sostenido de su niñero.

- L-lo lamento. - musitó el azabache apenas vio que Han Jisung fue quien le abrió la puerta. - E-es que F-felix me dijo que no e-estabas y yo q-quería hablar contigo... ash. - trató de explicarse mientras alternaba su mirada entre los presentes.

- ¿Felix, tú le dijiste que estabas sólo? - preguntó el castaño dando ligeros pasitos hacia atrás para alejarse del azabache, si no lo hacía estaba seguro de que su pobre corazón estallaría.

El pecoso se hizo el confundido, parpadeo repetidas veces sin dejar de ver a su vecino. - Claro que no Hannie, tu me has dicho que no hable con nadie si tu no estás presente o despierto. - recitó como si no hubiera hecho nada malo alcanzando a ver como el mayor abría sus ojos desmesuradamente.

- Perdón Minho hyung, pero le voy a pedir que no haga eso, sabe que cuido de Felix y quisiera evitar malos entendidos ¿comprende? -  trató de explicar un poco apenado el castaño evitando los ojos contrarios.

- S-sí, bueno... yo s-solo quería... sabes, no importa. - dijo el mayor antes de dar media vuelta para irse.

Cuando Jisung cerró la puerta optó por recargarse sobre ella y soltar un fuerte suspiro, Felix no sabía porqué pero podía sentir que el ambiente se sentía un poco triste.

- ¿Hannie, estas bien? - preguntó el pequeño tratando de acercarse a su niñero, sin embargo, antes de que pudiera hacerlo el castaño arregló su postura y sonrió como si nada.

- Claro que sí Lixie, voy a ir hace una llamada, regresó enseguida. - anunció el mayor sin dejar que el contrario pudiera decir algo.

Felix se sentía confundido, ¿Había hecho algo malo? El solamente quería proteger a su Hannie.

°°°

- Chae, ya lo sé pero no puedo descuidar mi trabajo.

Al parecer Jisung estaba hablando con su mejor amiga, eso lo dedujo el pecoso después de que su niñero se metió a su cuarto y lo siguió cuidadosamente.

- Me importa más Lixie.

Felix tenía pegada su orejita a la puerta, no estaba entendiendo del todo pero con eso último la tristeza que había sentido con anterioridad se había disipado.

- Sabes, hay más chicos guapos afuera.

"¿Chicos guapos?" Se preguntó el pequeño, su mami le decía que era el niño más guapo del mundo ¿eso contaba?

- Chae, hablamos después, no puedo dejar a Felix por mucho tiempo, la última vez se atoró en el baño.

Cuando escuchó cómo su niñero terminaba su llamada rápidamente corrió escaleras abajo y le puso play a su película como si nada hubiera pasado.

- ¿Todo bien Lix? - preguntó el castaño sentándose de nuevo en el sofá.

- Claro que sí Hannie.

El pequeño australiano tenía tantas dudas en su cabeza, pero no podía decirlas a cualquier persona, para eso tenía a su mejor amigo Changbin, el sabría que hacer.

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¡Felix manos a la obra!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora