Epílogo

583 98 16
                                    

10 años después

La vida era tan inesperada, daba tantas vueltas que cuando menos lo esperabas ya tenías dolores de espalda, te había salido tu primera cana y después de las 10:00 pm ya tenías tanto sueño que dormías sin importarte los ronquidos de tu pareja como sucedía en el caso de Han Jisung, quien luego de un arduo día de trabajo había caído rendido sobre su cama y no le importaba que el hombre a su lado hiciera más ruido que una avenida en hora pico. Sin embargo, algo que sí logró hacerlo despertar fue el sonido de algo golpeando una de las bardas de su casa.

- Honnie, despierta. - susurró el castaño mientras sacudía el hombro de su pareja.

- Amor, déjame dormir. - pidió en respuesta un somnoliento Minho que continuaba sin abrir los ojos.

Jisung quiso hacerle caso a su esposo, pero el ruido nuevamente se hizo presente provocando que volviera a sentirse asustado.

- Honnie, que tal si alguien quiere entrar a la casa. - dijo removiendo nuevamente al azabache que poco a poco iba despabilando.

- Iré a asomarme.

Dicho esto, Minho se levantó haciendo crujir sus huesos para posteriormente dirigirse a la ventana de su habitación, recorriendo solo un poco la cortina para pasar desapercibido por si Jisung tenía razón y tenía que llamar rápido a la policía, sin embargo, lo que encontró lo hizo suspirar cansado.

- Es Felix de nuevo. - musitó regresando a la comodidad de su cama.

Muy por el contrario Han se levantó de un salto y abrió su ventana de par en par, dándose cuenta que su esposo tenía la razón. Nuevamente Felix había salido de su casa sin permiso y trataba de entrar a la misma escalando por un lado con la intención de llegar a su ventana.

- ¡Felix! ¿Dónde te metiste? - preguntó mediante un susurro lo suficientemente alto para que el pecoso al otro lado lograra escucharlo y no llamara la atención, pero para su mala suerte el recién nombrado se asustó y volvió a caer al suelo, provocando el ruido exacto que había despertado a los mayores en primer lugar.

- Yo le dije que se pusiera a hacer ejercicio, pero no me hizo caso... sus brazos son demasiado débiles. - comentó un adormilado Minho mientras volvía a acomodarse en la cama.

Jisung rodó los ojos y rápidamente tomó su bata para salir a revisar el estado del pecoso.

- ¡Hola Hannie! Hace mucho que no te veía. - fue lo primero que dijo Felix apenas lo vio aparecer en su campo de visión.

Un poco enojado y mientras maldecía entre dientes el castaño se dedicó a tratar de arreglar las ropas del contrario, al mismo tiempo que quitaba un par de ramas de su alocado cabello.

- ¿Ahora a dónde fuiste?

- Changbin quería que lo acompañara al cine.

- ¿En serio? Y por eso regresaste casi a las 2:00 am y quieres entrar por tu ventana. - ironizó Jisung haciendo que el contrario se sonrojara.

- Olvidé mis llaves. - se defendió el pecoso tratando de no mirar los ojos ajenos.

- ¿Tus padres están en casa?

- Solo papá, mamá tuvo que hacer guardia.

No muy convencido Jisung comenzó a inspeccionar la zona dándose cuenta que justo frente a la acera un coche yacía estacionado con una persona dentro que parecía esconderse entre los asientos, pero eso no fue lo único que le llamó la atención, sino que el auto era el de su esposo.

- Pero... ¿qué?

- No Hannie, no vayas para... allá.

Apenas dio un par de pasos pudo ver como la persona que se encontraba dentro abría la puerta y se tiraba al suelo como si con eso no fuera a descubrirlo.

¡Felix manos a la obra!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora