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Al día siguiente tampoco fuiste a la secundaria. Mikey no quería soltarte por la mañana. Te convenció de seguir descansando; Aceptaste con una condición; Que sería la ultima vez y que no se acostumbre.
Antes de que Emma se fuera a la secundaria; Le hiciste un desayuno rápido; Igual que al señor Sano. Emma te vio juguetona y golpeo tu brazo con su codo, haciendo que un suspiro saliera de tus labios. Y la vergüenza se apoderara de ti - seguro sabía lo que sucedió anoche -.
Minutos después; Emma se fue a la secundaria y el señor Sano se fue al Dojo. Estabas lavando los platos que habías usado. Sentiste unos brazos abrazar tu cintura; Sabías que era Mikey. El posó su cabeza en tu hombro. Sentías su respiración chocar contra tu piel.
- Tu desayuno está en la mesa - volteaste un poco tu rostro y tu nariz rozó con la suya.
El dio un pequeño beso en tu cuello y caminó hacia la mesa. Secaste tus manos y volteaste hacia El. Apoyaste tu manos en el lavadero para poder sostenerte, le viste comer su desayuno; Feliz. Una sonrisa se apoderó de tu rostro.
Te quedaste unos segundos viéndole. Hasta que recordaste que debías encender tu teléfono. Fuiste a la habitación de Mikey; Tomaste tu teléfono de la mesa - lo dejaste cargando toda la noche -.
Al encenderlo. Lo primero que viste fueron llamadas de Shiro - también mensajes -.
Ayer
"¿Por qué no fuiste a clase hoy? "
" ¿Nos vemos hoy? "
"¿Quieres salir? "
"¿Por qué no me respondes? "
" ¿Estas bien? "
Hoy
" Hoy tampoco estas aquí "
" ¿Voy a tu casa hoy? "
" ¿Lo podemos hacer hoy? "
" Compraré condones;) "
" Buenos días. "
" No compres nada. No lo haremos. "
" No vayas a mi casa, no estoy ahí. "
" Perdóname pero ya no podré ayudarte con las clases. "
Un suspiro salió de tus labios. Te sentías culpable. - No debí hacerlo con El - murmuraste. Debías hablar con El. En persona. Debías dejarle claro que no podían seguir haciéndolo.
