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Era perfecto, simplemente perfecto.

El fin de semana de Taemin fue un asco ya que estuvo todos esos días con un humor de perros, y para mejorarlo, el lunes tendría que comenzar su castigo.

Debía de limpiar los grafitis de los casilleros y las instalaciones del instituto. Perfecto, era una maravilla. ¿Qué más podía suceder?

Al llegar el lunes a la escuela saludó a sus amigos y pensó que el día podría mejorar cuando comió un rico cupcake de vainilla, pero obviamente no iba a ser así cuando el golfo de Choi Minho apareció en el pasillo, tomado de la mano de su novia.

Taemin prácticamente rechinó los dientes al verlos pasar.

Minho vestía ropa de deporte y Tiffany su uniforme de porrista, su cabello claro hacía juego con el del azabache. Para la desgracia del pelirrojo, los dos lucían bien juntos.

- Fenómeno. - Se burló Minho al pasar junto a él.

- Gilipollas. - Devolvió Taemin, captando la pequeña sombra asesina que había en sus ojos chocolates.

Una chica de primero que salía corriendo hacia una clase, pasó junto a ellos y Tiffany la hizo caer. Minho comenzó a reírse de ella, animando a los demás estudiantes del pasillo a burlarse.

La pequeña niña se hundió en sus hombros y salió corriendo, Taemin suspiró. Parecía que cada año Minho empeoraba más.

- Cada año es más estúpido. - Comentó Kibum y Taemin por un momento pensó que le había leído la mente.

Después de clases, y de haber cumplido con su asqueroso castigo, decidió ir a la biblioteca.

Pensaba que encontraría al azabache allí, pero no fue así. Se sentó en la misma mesa de siempre, observando con decepción la mesa del fondo vacía. De alguna manera se sentía solo y terminó sin estudiar realmente, sólo mirando hacia el techo.

Fue hasta las estanterías y comenzó a buscar un libro, no tenía ni idea de cuál quería encontrar pero sería alguno que le hiciera olvidar su asqueroso día. Terminó leyendo uno de Stephen King y prácticamente le ocupó toda la hora.

Al terminar, lo volvió a guardar y se llevó otro diferente. Fue hasta la pequeña sala de estar, en la biblioteca tenían una en la cual habían dos pequeños sillones de dos plazas, formando un cuadrado alrededor de una mesita ratonera.

Se recostó en uno de los sillones, intentando leer su libro de biología, y los párpados comenzaron a parecerle pesados. Antes de darse cuenta, cayó dormido.

Después de un rato comenzó a sentir cómo alguien acariciaba su rostro y apartaba un mechón de cabello de su frente cuidadosamente, temiendo despertarlo, provocando que Taemin arrugara la nariz.

Casi de inmediato, sintió la pérdida de la cálida mano en su cara cuando esta se alejó rápidamente. Taemin comenzó a parpadear y a restregarse los ojos, intentando quitarse el sueño. Escuchó unos pasos apresurados y un golpe.

Al abrir los ojos y enfocarlos se encontró con Minho, quien estaba con los ojos abiertos y parecía haber tropezado sus piernas con el borde de la mesa y ahora se había caído, sentado.

Minho lo completaba con una mezcla de horror y miedo. Sus mejillas estaban rojas pero muy pronto, para su gusto, recuperó la mirada irritada que lo caracterizaba.

- ¿Qué tanto miras? - Preguntó levantándose y sacudiéndose el pantalón, llevaba una chaqueta de cuero que cubría su cuerpo.

- La pregunta es, ¿qué haces tú aquí? - Dijo muy a la defensiva y rascándose el cuello, había estado teniendo un lindo sueño hasta que lo despertó.

Rivales.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora