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Durante todo el mes, Taemin había visitado a Sohee de vez en cuando. Desgraciadamente, cada vez que lo hacía, Minho ya había salido con sus amigos o estaba en un entrenamiento de fútbol. Para Taemin, esto era triste, ya que casi no hablaban en la escuela. Solo compartían miradas secretas, lo cual no era suficiente para él. A veces, aún podía sentir los labios del azabache sobre los suyos y saborear la piel tibia y dulce de Minho. Lo quería volver a besar.

Lo único positivo era que se había hecho muy amigo de Sooyoung, y ni hablar de su pequeña novia dragón. Aún no se había encontrado con los padres de Minho, pero esperaba no hacerlo tan pronto, ya que se sentiría nervioso hablando con ellos mientras pensaba en su hijo.

— ¿Tae, me escuchas? — preguntó Kibum junto a él. 

Estaban en el patio de la escuela, mirando como unos chicos de primero jugaban con un balón de fútbol. 

— Si. — respondió un poco triste, no había visto en todo el día a Minho, y eso le bajaba los ánimos. 

— Pronto vendrá, descuida. — dijo su amigo, más feliz de lo normal. 

Taemin apremió a Jonghyun que, a pesar de ser un idiota, había visto como ayer se había llevado a Kibum a las duchas. Duraron allí un rato y al volver su amigo había regresado con el cabello revuelto y las mejillas sonrojadas. Taemin lo había estado molestando todo el día hasta tal punto de recibir una patada de Kibum para hacerlo callar. 

De lejos vio a Minho hablando con unos amigos y decidió que la necesidad de hablarle era muy alta. Se cubrió las manos en las mangas de su chamarra y fue hasta él, excusándose con Kibum. No parecía triste, ya que apenas Taemin se fue un chico de ojos negros y cabello castaño llegó hasta él y comenzó a hablarle muy de cerca. Jonghyun era un pilluelo. Estaba a pocos pasos del azabache cuando sintió como alguien chocaba con su hombro. 

— ¡Miren, es el rarito! — dijo Tiffany, animada, aunque no había nadie con ella, y llevaba su uniforme de animadora. 

— Tiffany, hoy no estoy de ánimos. He estado lejos de tu novio, así que déjame.— intentó apartarse de ella, cuando le rodeó los hombros con el brazo. 

— ¿Pero no estabas yendo a verlo ahora mismo? — preguntó. 

Taemin no pudo responderle, y para sorpresa de la chica, asintió. 

— Iba a preguntarle si hoy Sooyoung estaba en la casa, quería darle una sorpresa. — se felicitó mentalmente por aquella gran excusa. 

— ¡Wow, eres un novio atento! — dijo con una sonrisa falsa y después lo sujeto con más fuerza. — Bueno, vamos los dos. 

Fueron y Minho parecía sorprendido al ver a su novia rodeando el cuello de Taemin con el brazo mientras el chico hacía una mueca. Se despidió de sus amigos y se acercó hasta ellos. 

— ¿Qué haces? — preguntó delicadamente, mirando directamente a Taemin, y este negó con la cabeza. 

— Amor venía a verte. — respondió Tiffany con voz chillona, intentando captar su atención, ya que su novio miraba a Taemin.  — Venía a preguntarte para hacerle una sorpresa a tu hermana ¿A que no es un novio atento? — preguntó felizmente, pero no le agradó la mirada seria de su chico. 

— Ah, ya veo. — respondió Minho, fingiendo indiferencia, y al final Taemin se soltó de Tiffany. 

— ¡Ya, suéltame! — replicó alejándose, mientras frotaba su cuello. 

Tiffany se encogió de hombros. 

— ¿Y tú? — preguntó el azabache a su novia, ignorando a Taemin. Esto a Tiffany le encantó. 

Rivales.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora