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Después de aquella clase Minho había salido corriendo, prácticamente. Taemin no lo pudo ver debido a que estaba en el entrenamiento de fútbol. Se lamento, puesto que en verdad quería verlo, pero no pudo borrar la enorme sonrisa de los labios y sus amigos lo veían, felices. Sabían que algo había ocurrido. 

Al llegar a casa sus padres le habían preguntado la razón de su felicidad y él no contesto, solo le dios un guiño cómplice y fue hasta su habitación. Durmió escuchando música y casualmente todas las canciones de amor le recordaban a él. Realmente Taemin se sentía en las nubes. 

A la mañana siguiente vistió una camiseta manga larga y sus pantalones favorito, colocándose un gorrito para cubrirle el cabello despeinado. Salió feliz para la escuela y en el aparcamiento se encontró con sus amigos. Kibum lo saludo con el mismo entusiasmo, casi desbordando corazones por los ojos. 

— Buenos días Kim ¿Cómo despertaste? — preguntó alegremente mientras caminaba con sus amigos. 

Krystal y Jinki los observaron, entretenidos. 

— Todo bien, Lee. La vida es hermosa ¿No lo crees? — preguntó arreglándose el cabello levemente. 

Sus mejillas estaban rojas por el frío mientras sonreía, en el mismo estado bobalicón que Taemin. 

— La vida siempre es bella. — respondió y los dos sonrieron. 

— ¿Qué les sucede hoy? — preguntó Jinki con una alegre sonrisa, mientras entraban en la escuela. 

— Parecen más enamorados de lo normal. — comentó Krystal, señalando las sonrisas tontas. 

— No comprendo de que hablan. — dijo Kibum, haciéndose el desentendido. 

— Yo tampoco. — comentó Taemin, siguiéndole el juego. 

Fueron hasta el casillero de la pelirroja, acompañándola. 

— ¿Seguros? 

— Bueno, en realidad... — comenzó Kibum, sonrojándose, y se mostraba tímido. — Jonghyun... bueno, él me dijo algo importante. 

Todos sus amigos lo miraron, expectantes. Taemin le hizo señas para que continuara. 

— Sucede que... durante este mes lo he visitado varias noches a su casa, porque prácticamente es mi vecino del frente. — dijo y sus amigos asintieron. Taemin aún recordaba cuando, en primer año, Kibum había llegado aterrorizado porque el chico que lo fastidiaba vivía frente a él. Ahora era divertida la situación. — Él últimamente siempre me pedía ayuda con los deberes, pero ayer no lo hizo. Me extrañó mucho y me quedé en la ventana, esperando a que llegara. 

— Que asco, Kibum. — dijo Taemin, riéndose y su amigo le dio un golpe en el hombro. — Sigue, sigue. 

— En fin. Ayer anoche, él llego tarde y parecía haber estado tomando, sin pensarlo fui hasta su habitación y entré por la ventana. — tomó un respiro, ya que parecía muy nervioso con solo recordarlo. — Y bueno, si lo estaba. Hablamos, lo cuide, le di un baño y no se que en momento, terminamos besándonos. 

— Aww, que tierno ¿No quieres ser mi novio? — preguntó Krystal, logrando avergonzar al rubio. 

— Cállate. 

— Anda, continua. — lo apremió Jinki, desperado por saber los detalles. 

— Ya... era un beso muy, vale... muy intenso y terminamos de alguna manera en la cama... ¡No es lo que piensan! — se defendió al ver los ojos malignos de sus amigos. Taemin carcajeó y Kibum enrojeció. — No hicimos nada. Él simplemente me besaba y de un momento a otro comenzó a llorar, me pidió perdón muchas veces y dijo que lamentaba haberme tratado mal en los últimos años. — dijo con una sonrisa tonta en sus labios, al recordar lo hermoso que se veía Jonghyun aún todo lloroso y borracho. 

Rivales.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora