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Segundo trimestre y Taemin sentía que estaban aún a principios de año. El tiempo realmente transcurría rápido.

Pero algo sí había cambiado. Él se dirigía hacia la biblioteca escolar, para su habitual " sesión de estudios " o eso pensaba que era.

Los primeros días del mes ese era su objetivo pero después de unos días, se percató de que cierto joven azabache también asistía a esas horas de tarde para estudiar.

Desde ese entonces Taemin siempre acostumbraba a asistir a esas horas, aunque los primeros minutos normalmente se dedicaba a mirarlo un rato, y no entendía el por qué. Después de unos segundos el libro llamaba su atención.

Al llegar hoy, encontró a Minho en la misma mesa de siempre. Su cabello estaba despeinado y lacio, garabateaba en su cuaderno y de vez en cuando arrugaba la nariz o se mordía la lengua, cuando no comprendía algo.

Cuando por un segundo la materia lo venció, suspiró audiblemente y abrió su libreta de dibujo. Se perdió en su mundo dibujando simplemente lo primero que le llegaba a la cabeza.

Duró casi una media hora así y de un momento a otro sintió a alguien tras él. Volteo asustado y se encontró con un despreocupado Minho, que observaba su dibujo.

- Tú... ¿Qué haces aquí? - Preguntó, y al ver que el azabache no dejaba de mirar el dibujo, intentó cubrirlo con los brazos ya que lo gustaban que vieran sus dibujos.

Era como si husmearan en su diario, aunque no tenía uno.

- Dibujas bien. - Comentó entrecerrando los ojos, intentando ver la hoja que Taemin cubría. - ¿De quién son los ojos?

Cuando le preguntó aquello, Taemin sintió como su estómago caía. Alzó los brazos y observó, horrorizado, que era cierto lo que le había dicho el otro chico. Plasmado en la superficie blanca había unos ojos delicados y con algunas sombras en el iris. Sus cejas eran gruesas, el color de los ojos era de una intensa tonalidad oscura y de inmediato Taemin, aunque el dibujo fuese en blanco y negro, pudo imaginarlos de un negro cálido y profundo. Apretó los puños frustrado, y volteó a ver al chico, un poco irritado.

- De nadie, me los acabo de inventar. - Sonrió falsamente y Minho pareció creerle. Se acercó más a él y sujetó el cuaderno de actividades de Taemin, antes de que el pelirrojo pudiera hacer algo al respecto.

- Eres malo en inglés. Así no se escribe " Photograph " - Le indicó, alzando una ceja, y Taemin se encogió de hombros.

- El inglés no es lo mío.

- Pero la banda que te gusta tiene diversas canciones en ese idioma. - Tenía un punto y Taemin se quedó en silencio, ese gigante sabía como sacarlo de sus casillas.

- No importa. De todas formas suspenderé el examen. - Le dijo volviendo a lo suyo, sorpresivamente Minho colocó el cuaderno en la mesa y se inclinó sobre él, para hacer un ejercicio.

- Aquí... es " foot " no " food " Una simple letra puede cambiar el significado de la palabra. - Comenzó a hablarle mientras escribía, su letra era hermosa y sus manos muy grandes.

El chico con el rostro sereno y su blusa blanca ancha parecía un ángel. Taemin lo observó durante unos segundos, pero después comenzó a escuchar lo que explicaba e increíblemente entendió.

- Oh, ahora tiene sentido. - Dijo abriendo los ojos, el azabache rodó los suyos.

- Deberías ser tonto, para no entender. - Dijo, antes de apartarse y volver a observar a Taemin a los ojos.

El más bajo comenzó a sentirse nervioso por el escrutinio de la mirada chocolate.

- ¿Qué? Ya me insultaste, así que puedes irte. - Le retó y los ojos oscuros de Minho comenzaron a arder.

- Claro, cuando también te ayude.

- Pero no por ser amable. - Devolvió, cruzándose de brazos.

- Cierto, lo hice porque me estaba dando lástima las estúpidas caras que hacías, al no entender nada. - Confesó inconscientemente y con eso dejó a Taemin muy sorprendido ¿Él lo estuvo observando? - Por esa razón, tú y tus amigos están como están.

Al momento de escucharlo, la sorpresa <<Y bueno, si. La pequeña emoción que había sentido al escuchar aquello>> pasó a ser rabia. Se levantó y enfrentó al azabache.

- Sí estamos así es por culpa de tus amiguitos y los imbéciles del salón, que no saben como tratar a la gente. - Le dijo en la cara y por un momento el azabache se apartó de él.

Habían terminado muy cerca del otro y Taemin se sentía avergonzado por ello, intentó no demostrarlo.

- No es nuestra culpa que ustedes sean un blanco fácil. De todos modos yo nunca hago nada. - Se defendió, dándose la vuelta.

- ¡Pero burlarte de nosotros y no hacer nada al respecto es casi lo mismo! - Gritó a sus espaldas y Minho simplemente lo fulminó con la mirada, antes de tomar sus cosas y salir de la biblioteca.

Taemin suspiró frustrado, dejándose caer en la silla. No entendía el por qué, pero Choi Minho lo colocaba de los nervios.

Y lo peor... ¡Aquel maldito dibujo! No tenía ni idea de lo que había pensado al dibujarlo pero definitivamente no en Minho.

El era un niño mimado de papá e igual que hace unos meses atrás en el primer día de clases, volvió a comprobar su teoría. Ese chico definitivamente era un estúpido, al igual que sus amigos.

Rivales.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora