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Minho lo ignoró toda la tarde, pero eso era lo de menos, pudo ver los rayos del sol iluminarle el cabello y se perdió en su hermoso rostro.

Al final, terminó sin estudiar nada.

Intentaba ver su cuaderno, pero estaba mordiéndose la lengua de una forma tan adorable que lo distraía. Eso hasta que alguien le tocó el hombro. Era Yoona, ya no lucía tan enojada e incluso le sonreía, Taemin alzó una ceja.

— Hola, Taemin. — le saludó, tomando asiento junto a él, el chico alzó ahora las dos cejas. Lo había llamado por su nombre.

— Hola.

— ¿Qué haces a estas horas aquí? — preguntó, sonriendo de manera que cualquier chico hubiera caído rendido, a él no porque claramente pensaba que la chica venía a hacerle algo.

— ¿Estudio? ¿Tú no? — preguntó y la peregrina se río, Taemin la miró cómo si estuviera loca.

— ¿Estudias? ¿No sales?

— Los fines de semanas.

— ¿Con tus amigos, cierto? Esos chicos parecen cuidarte mucho. — hizo una mueca.

— Sí, ¿por?

— Cuando les pregunté por ti, no quisieron decirme dónde estabas. — volvió a sonreírle y ahora más que nunca Taemin amaba a sus mejores amigos.

— ¿Estabas buscándome? — preguntó, incrédulo, y pensó que le iba a hacer algo malo de verdad. — ¿Qué me vas a hacer? — arrugó la nariz.

— Eres muy lindo. — dijo dándole un pellizco en su nariz y Taemin alejó el rostro.

— Emm, esto es raro. — dijo intentando apartarse, la peregrina volvió a reír ¿Qué era tan gracioso?

— Yo quería ver si salías con nosotros. ¿A la pizzería? — preguntó, pasando una mano por su pelo bien peinado.

— No creo, yo no me llevo con tus amigos. Menos con los chicos. — respondió, intentando apartarse.

— Calma, me aseguraré de que Minho no se te acerque. — comentó la chica dándole un guiño, Taemin abrió los ojos y su corazón comenzó a palpitar al escuchar el nombre del azabache.

— ¿Por qué Minho?

— Todos saben en la escuela que ustedes dos se odian, por eso te haré un favor y lo mantendré lejos de ti. — se levantó y acarició la mejilla del chico, aunque este rápidamente se apartó. — Pero puedes venir, ¿si?

Taemin no respondió, aun estaba muy sorprendido ya que no creía que Yoona lo estuviera invitando.

— ¿Le estás coqueteando al fenómeno? — preguntó repentinamente Minho, a espaldas de Yoona. — No tienes gusto. — soltó con veneno.

Yoona sin saber porqué, se apartó un poco de Taemin, ya que su amigo lo miraba cómo si quisiera asesinarla.

— Nada de eso, es una salida amistosa a la pizzería. ¿Verdad, Taemin? — le preguntó, al utilizar ese tono tan confiado y dulce con el pelirrojo.

Minho rechinó los dientes.

— Él no saldrá con alguien como tú. En realidad, el fenómeno no es alguien que siquiera sepa cómo estar en un lugar sin hacer el ridículo. — dijo aún mirando a Yoona.

Taemin se indignó y se levantó de la silla.

— ¿Tú qué sabes? — lo retó y por fin los ojos chocolates lo vieron, parecía furioso.

— Así que, ¿vas a venir? — le preguntó Yoona, sintiendo la tensión.

Taemin estuvo dispuesto a aceptar, pero el azabache habló primero.

Rivales.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora