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Minho obviamente seguía enojado con él, lo evitaba a toda costa y las pocas veces que se veían, sólo se burlaba de Taemin. Habían pasado unos días desde que hablaron, pero el pelirrojo no podía estar más feliz.

Cada vez que cruzaban miradas, Taemin lo miraba burlón y formaba con sus labios la palabras '' celoso '' haciendo sonrojar cómo loco a Minho, quien comenzaba a gritarle.

La vida era hermosa para el pelirrojo, eso hasta que llegó a su casillero.

Esperaba nada más encontrarse con Minho, considerando que eran vecinos, pero allí estaba nada más y nada menos que, Tiffany.

— Hola, rarito. — dijo burlonamente, pero en sus ojos había odio. Taemin no se acercó, intimidado ¿Qué había hecho ahora?

— Quítate de mi casillero. — espetó, ya que la chica estaba impidiéndole abrirlo.

— No lo creo, primero quiero hablar contigo. — dijo agitando un dedo amenazador, delante de él.

— No quiero, apártate. — dijo firme, frunciendo el ceño, la chica soltó una carcajada hipócrita.

— Pues vas a tener que querer. — otra vez ese brillo asesino en sus ojos, lo estaba asustando un poco.

Intentó alejarse, pero ella lo sujetó del brazo y apretó el agarre, comenzó a arrastrarlo por el pasillo mientras Taemin se quejaba.

— ¡Déjame! — le exigía, pero la chica no lo escuchaba.

Llegaron hasta los baños para mujeres y lo obligó a entrar. Ya dentro, lo apretó contra la pared y lo jaló del cabello, quedando en frente a el. Taemin se mordió la lengua por el dolor.

— Me estás lastimando. — comenzó a decir, pero Tiffany lo jaló más fuerte del cabello. — ¡Auch!

— Escúchame bien, Lee, porque no pienso volver a repetirlo. — comenzó, acercando su rostro a la oreja del chico. — Te quiero lejos de Minho, es mi novio. Yo soy la persona que lo besa y manosea cuando quiero, en cualquier momento. — le rectificó y Taemin sintió su rostro arderle.

Levantó la rodilla, queriendo darle un golpe, en verdad quería molerla hasta que sangrara, pero la chica se anticipó en su movimiento y lo bloqueó antes de darle una patada en sus partes íntimas. Taemin perdió el aire.

— Buen intento, no caigo dos veces. — dijo arrastrándolo hasta que cayó al piso, sostenía su cabeza por el cabello mientras Taemin se sujetaba con la mano. — Él te odia, te detesta y en verdad, le asquea que lo andes acosando. Por eso te quiero lejos de él.

— Yo... ahh. — gimió sin poder aguantar el dolor, el cuero cabelludo le dolía y las rodillas se le estaban afincando dolorosamente en las baldosas del piso.

— Te dejaré una advertencia. — dijo la chica, obligándolo a arrastrarse hasta una de las casetas y abriendo la tapa del escusado. — Espero que tengas un buen buceo.

Le hundió el rostro en el agua del retrete, no le dio ni de aguantar la respiración y Taemin comenzó a tragar agua mientras el oxígeno se le escapaba de sus pulmones. Se estaba ahogando y en eso, Tiffany volvió a levantar su cabeza, mientras Taemin respiraba a ahorcadas.

— ¿Te mantendrás alejado de mi novio? — preguntó amenazante, Taemin la miró con odio y dio a entender que no. — Sigue buceando, entonces.

Lo volvió a hundir una veces más y ya Taemin estaba exhausto, lloraba amargamente y sentía los pulmones repletos de agua sucia.

— ¿Seguirás acercándote a mi novio? — preguntó por décima vez, ya aburrida, pero por primera vez observó la desesperación en los ojos miel.

— Si... si... si... — murmuraba una y otra vez con pánico, Tiffany sonrió.

— Me alegra. — dijo soltándolo y dejándolo acurrucarse en el piso. — Más te vale. — le dijo antes de salir con paso seguro del baño.

Taemin se volvió un ovillo e intentó no llorar, su cabello estaba empapado y seguía tosiendo agua. No lo pudo evitar, volvió el rostro hacia el retrete, pero esta vez para vomitar, hasta allí había llegado el almuerzo.

Él no sabía que iba a hacer, si Tiffany tenía razón, puede que Minho tampoco lo quisiera cerca y alejarse sería hacerle un favor.

Pero Taemin lo amaba, joder. Y lo amaba mucho, la sola idea de alejarse de él lo volvía loco. Pero no importa cuán enamorado estuviera, ahora había algo nuevo.

Tenía miedo, mucho miedo. Cerró los ojos, jurando aún poder escuchar las risas de Tiffany dentro del baño. Al salir, intentó secarse el cabello y fue a su casillero por una nueva muda, en el camino se encontró a Minho junto a Tiffany.

El azabache lo miró, preparado para insultarlo y pelear con el pelirrojo, en sus ojos había un brillo divertido.

Taemin observó a Tiffany, quien lo miraba dándole un guiño y el pelirrojo tembló por el pánico. Abrió rápidamente su casillero y al encontrar sus cosas se fue a toda prisa, mirando hacia el sueño, sin prestarle atención al azabache. Minho lo miró confundido ¿Qué había hecho?

Se encontró con sus amigos en el pasillo y terminó en casa de Kibum, contándole sus penas, estaba con la cabeza recostada en las piernas de su amigo, llorando. Los dos estaban en la cama, mirando una película, mientras Kibum observaba a su amigo con dolor. Tiffany era un ser desalmado.

— No llores cariño, shh. — le decía acariciándole el cabello y Taemin sollozaba.

— Ahora... no podré acercarme... igual el... el... me detesta. — decía entre hipidos y Kibum opinaba todo lo contrario.

Últimamente había observado al azabache y todo lo que Minho demostraba, era lo contrario a lo que Taemin pensaba. Esperaba que sus ideas fueran correctas, ya que no quería ver a su amigo llorar más.

Decidió distraerlo y los dos se abrazaron, mientras veían por segunda vez en esa noche el Titanic. Los dos lloraron durante un buen rato.  

Rivales.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora