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Ya estaban llegando a finales del año y por fin tendrían la excursión que hacían todos los de segundo año.

Viajarían a las montañas y pasarían dos noches en ella, acampando y para Taemin nada se escuchaba mejor.

Desde aquel día en la biblioteca, cada vez que Minho se encontraba cerca de Taemin, sus dos amigos actuaban como una muralla entre ellos.

A Taemin le deprimía, ya que estaba deseoso de hablar con Minho.

Estaba actualmente en el aparcamiento de la escuela, esperando para subir a los buses.

Krystal golpeaba la suela del zapato contra el piso ligeramente. Los dos otros chicos enviaban una mirada desaprobadora a Taemin.

— Dos horas. Las dos putas horas de la ceremonia, estuviste mirando a Minho. — le regaño Jinki y el pelirrojo bajó el rostro. — Ya te estás dejando en ridículo. — Taemin pensaba hablar, cuando Jinki lo hizo callar. — Y no me vengas con el numerito de que es hermoso y todo eso.

— Ustedes no me han dejado estar cerca de él, prácticamente me siguen hasta el baño. — dijo exasperado, y sus amigos asintieron.

— Así es como debe ser. — le dijo Jinki.

Krystal levantó el rostro, mirándolos.

— Está enamorado, él no puede hacer nada contra eso. Y tampoco ustedes.

— ¡Olvidarlo! — espetó Kibum.

— Raparle el cabello. — ofreció Jinki sonriendo y Kibum apoyó la idea.

— Se vería hermoso, aún rapado. — dijo Taemin sin pensar y sus mejillas se sonrojaron. — ¿Dije eso en voz alta?

— Esperen un segundo, voy al baño a vomitar. — dijo Jinki, haciendo una mueca.

— Y mira, allí está tu amado chico. — el rubio comentó sarcásticamente, señalando al deportista a lo lejos.

Allí estaba Minho. Tiffany se encontraba recostaba contra el bus y literalmente le comía la boca, cada día parecía que se besaban con más fuerza.

Por un segundo pensó que la lengua de Minho saldría por el ojo de Tiffany, el azabache enredaba los dedos en el cabello de la chica pero, de un momento a otro, la apartó lejos de él. Se miraron con la respiración agitada y se dijeron algo que no pareció contentar del todo a la castaña.

Taemin no pudo soportar el seguir mirando y sus ojos se humedecieron, desviándolos.

— El... yo... yo... iré a ver cuando partimos. — dijo en un susurro.

Krystal observó a sus amigos con reproche y ellos entendieron que tal vez si se habían pasado un poco.

Taemin fue hasta donde se encontraba el profesor y preguntó, dentro de diez minutos saldrían los buses. Esperó, mirando a los estudiantes avanzar y se sentía tan cansado que ya no veía el momento para echar una siesta durante el viaje.

Escondía las manos en los bolsillos de su chaqueta y bostezó, achicando los ojos. Observó a Minho hablando con el profesor a un costado y decidió no verlo, le dolía mucho últimamente.

En realidad, siempre le dolía. Era su culpa por haberse enamorado de el, tonto, tonto.

— ¡Vayan subiendo, les asignare a sus compañeros de asiento! — gritó el profesor y todos fueron tranquilos.

Taemin se acomodó la mochila de viaje en su hombro, el equipaje completo ya estaba guardado en el maletero del bus.

Jinki sujetó sorprendido a su amigo por el brazo y Kibum reclamaba al profesor, Taemin seguía sin enterarse de nada ya que estaba muy distraído.

Rivales.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora