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Taemin se encontraba tranquilamente sentado en el sofá, era cómodo, mientras que esperaba a Minho. 

Después de un rato sintió que alguien lo vigilaba y cuando fue a confirmar, cerca del marco de la sala, había asomada una pequeña cabecita azabache, observándolo. 

Parecía querer acercarse y le miraba con los ojos brillantes y repletos de curiosidad, Taemin quería hablar con ella. Era muy linda como para no hacerlo. 

— Hola Soso, yo soy Taemin un... Mmm, compañero de tu hermano. — dijo un poco inseguro, acercándose a la niña, ella no se movía. 

  Me llamo Sohee, no Soso. — dijo con la vocecita altanera de su hermano, Taemin hizo una mueca y una sonrisa apareció en el rostro de la niña. — Te ves gracioso. 

— ¿Crees que soy gracioso, Soso? — dijo avanzando paso a paso y la niña sonrió asintiendo. — ¿Te puedo decir así? 

— Si, me gusta. Me hace sentir bonita. — respondió aún con una sonrisa, al ver la manera en la que caminaba el pelirrojo. 

— Tu eres bonita, Soso. — aseguró el chico y los ojos de Sohee parecieron iluminarse. 

— ¿Si? — preguntó emocionada y comenzó a acercarse también, llevaba a rastras su osito gris en una mano. 

— Si, lo eres y ¡AHHH! — pegó un chillido cuando tropezó con la alfombra y cayó de espaldas, dándose un golpe en la cabeza. — Ay. 

Sohee comenzó a reír mientras el pelirrojo se sentaba, la niña fue hasta las piernas de Taemin y se sentó en su regazo, mirándolo con una mezcla de curiosidad y emoción. 

— ¿Te estás riendo de mí, Soso? — preguntó Taemin con diversión mientras observaba el rostro feliz de la niña. 

— Si, eres muy tonto. — dijo riendo con la lengua entre los dientes y Taemin casi se desmaya de la ternura, era la misma expresión que hacía Minho. La niña colocó sus dos manitas en cada mejilla de Taemin, acercándose. — Tus cara es muy linda, y sobre todo tus labios son rositas, parecen de fresa. 

Taemin sólo pudo reír mientras la pequeña azabache le veía con ternura, su carita era muy linda también, pero no tanto como la de Minho. 

— Osea, ¿te gusta como me veo? — preguntó y la niña asintió enérgicamente, aún sin soltarle el rostro. 

— A Mimi también le gusta como te ves, siempre habla sobre un pelirrojo que le vuelve loquitooo. — dijo canturreando y Taemin se ruborizo, Sohee comenzó a reírse emocionada mientras aplaudía. — Y eso hace que cada vez que papá le dice tu nombre. — dijo refiriéndose al color rojos en las mejillas del pelirrojo. 

— ¿Papá? ¿Tu papá me conoce? — preguntó incrédulo, con el corazón en la garganta. 

— Nop, pero algún día quiere hacerlo. Pero, yo te conocí primero ¿verdad? — preguntó y el pelirrojo asintió, logrando que la niña sonriera más. — Este es mi osito, se llama Cory. — dijo levantando al osito gris, se había sentado entre las piernas de Taemin y parecía cómoda, mientras alzaba al peluche.

— Es muy lindo, parece de verdad. — dijo sintiéndose tonto, pero era lo primero que había pensado. 

— ¡Yo también dije lo mismo! — exclamó la niña, volteando a ver al chico con adoración en esos ojos negros ¡Al fin alguien que la entendía! — Vamos a ver que hace Soo, está haciendo mi comida favorita. 

Se levantó y tomó a Taemin de la mano, en la otra llevaba a Cory, obligándole a pararse y guiándolo hasta la cocina.  

Taemin sentía miedo de que Minho le fuera a retar, pero los ojos negros de la pequeña azabache lo derretían por dentro, estaba dispuesto a soportar las consecuencias. 

Rivales.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora