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— ¿Me lo juras? — preguntó por cuarta vez Jinki mientras los cuatro iban al auto de Jessica, estaban de camino a la escuela.

Ayer su madre, después de aquella visita de Minho, había decidido que ya Taemin podía asistir a la escuela. Pero el pelirrojo no era tonto. Sus padres querían que él pasara el día con el azabache.

Ya su mamá le había dicho que aprobaba a Minho. Eso lo había hecho enrojecer, y más aun cuando pasaron toda la cena hablando sobre el buen gusto de Taemin y sobre como Choi Minho era un encanto. Pero en estos momentos, él le estaba contando a los chicos sobre la visita inesperada y el beso que habían compartido en la puerta.

— No bromeo. Él, con sus propias piernas, vino a mi casa. — aseguró sonriendo, llevaba una camiseta blanca y holgada, para que su yeso estuviera cómodo.

— ¿Y luego se besaron? — preguntó Kibum sonriente, estaba feliz por su amigo.

— Él mismo fue el que me pidió el beso. — dijo muy orgulloso y alzando la barbilla, casi se echó a reír al ver el rostro escandalizado de Jinki.

— Dios mió, esto no es normal. — dijo el castaño aún con las manos en el volante, sus ojos estaban bien abiertos. — Ahora nos dicen que los dos chicos más golfos y crueles del colegio están amables y cursis. — dijo refiriéndose a Kibum y a Taemin.

— Lo que hace el amor. — tarareó Krystal mientras se recostaba en el asiento.

— Espera, habla por Jonghyun... Minho, él aun no me ha dicho nada. Puede que solo esté jugando. — dijo Taemin, un poco dudoso, aunque algo en pecho le decía que no era así.

— No pienses eso, Tae. — dijo Jinki, intentando animar a su amigo. — Él no parece...

— ¡Pero saben cómo es él, podría solo estar pasando por una etapa! — exclamó, ahora un poco alterado.

— Taemin, él... no creo que sea una etapa. — sugirió Kibum, intentando ver como decirle a su amigo lo obvio, pero con tacto.

— ¿Y ustedes cómo lo saben?

— ¿Estás de joda, verdad? — preguntó Krystal, mirando a sus amigos como si fueran idiotas. — Es muy obvio lo que le sucede a Minho.

— Pues venga, explica tú porque yo no se. — pidió Taemin y Jinki asintió con él.

— Él está igual o más enamorado que tú, Lee. ¿No te das cuenta? — preguntó, logrando que el pelirrojo abriera los ojos.

— ¿Por qué dices esos? ¿Enamorado de quién? — preguntó con la voz cortada.

Kibum y Krystal se golpearon la frente por tanta lentitud de su amigo. <<Siempre es Taemin>>

— Taemin ¿Eres idiota? — insinuó Kibum, intentando no darle una cachetada.

— Está enamorado de ti, idiota. Él muere por ti ¡Es muy obvio al igual que tú! — dijo Krystal, soltando un suspiro y Kibum asintió.

Taemin parpadeó y sintió mariposas por todo el estómago ¿Era cierto? Esperaba que fuera así, porque ya se había emocionado.

— ¿En... en verdad? — preguntó, balbuceando.

— Por supuesto. Yo me di cuenta hace poco, pero está muy claro que esta igual de bobo por ti que tú por él. — dijo Kibum, un poco feliz por la cara de asombro que tenía su amigo.

— ¡¿No es broma?! — preguntó Jinki también sorprendido, intentaba no quitar la vista del camino, pero la tentación era grande.

— Para nada. — respondió Krystal.

Rivales.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora