Capítulo 24

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(Narra Law)

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(Narra Law)

—No me puedo creer que ya sea nuestra última noche aquí... —se lamentó (TN), de nuevo, mientras caminábamos hacia casa de mi hermana.

Habíamos salido a dar un paseo a solas antes de la cena. La verdad es que no tenía ningunas ganas de volver. Me encantaría quedarme allí, siempre que fuera junto a ella.

—Pues sí —confirmé, de manera escueta.

—A ver si tu hermana tiene algún plan para esta noche.

—¿Plan para la noche? Mañana debemos coger el vuelo —le recordé.

—Tenemos mil horas para dormir en el avión. No podemos desaprovechar la última noche —me reprochó, colgándose de mi brazo.

—Tienes razón —admití.

Mientras esperábamos a que el ascensor llegara al piso de mi hermana, empezaba a temer cuál iba a ser mi destino.

Cuando Hitoshi nos abrió la puerta nos dirigimos hacia el salón. Lami le estaba dando ya la cena a la pequeña de la casa.

—¡Ey! ¿Estáis preparados para vuestra última noche? —preguntó mi hermana, con cierto brillo en los ojos—. Penguin y los demás estarán a punto de llegar.

—¿Cuál es el plan? —inquirió (TN), sentándose en el sofá. Di un par de pasos y me acomodé junto a ella.

—Vamos a ir a un bar karaoke —explicó Lami, mientras le pasaba una servilleta a Kaori para que se limpiara los restos de comida—. Sé que ya hemos ido al karaoke una noche, pero en este nos pondremos yukata para la cena y para cantar.

—¡Ay, sí! —exclamó (TN), emocionada. ¿Por qué les gustaban tanto los karaokes?

—Y, esperemos que Law se anime a participar esta vez —añadió mi querida hermana, mirándome con expresión de burla.

—No contéis con ello —aseguré, cruzándome de brazos.

Estuvimos unos veinte minutos charlando en aquella estancia de la casa mientras esperábamos la llegada del resto.

Hitoshi se quedaría aquella noche en casa, con Kaori, mientras nosotros tendríamos nuestra última salida nocturna del viaje.

El restaurante no estaba muy lejos de allí. Caminamos durante un cuarto de hora por las abarrotadas calles hasta que vislumbramos en cartel luminoso en el que aparecía el nombre del local.

La mayoría de mesas estaban llenas, así que Lami había hecho bien en reservar.

El sushi de aquel lugar era espectacular y el ambiente era tranquilo, a pesar de la gran cantidad de aforo. Tal vez tras las botellas de sake la gente comenzaría a armar algo más de jaleo.

—Law, deja el modo aburrido y bebe un poco —me ordenó mi hermana, chocando su vaso contra el mío y casi volcándolo.

El resto de la mesa soltó un par de carcajadas.

Giros del destino «Law x Lectora»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora