Capítulo 6

2.1K 277 110
                                    

(Narra Law)

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

(Narra Law)

Ya habían pasado un mes y una semana desde aquel estúpido e inoportuno incidente de mi cumpleaños. Por suerte, mis palabras de aquella noche no tuvieron mucha relevancia. Supe fingir adecuadamente. Por supuesto que recordaba todo lo que había pasado aquella en aquella discoteca. «La noche que pasé contigo fue la mejor de mi vida». ¿Era idiota o qué? ¿Qué hacían esas palabras saliendo de mi boca? ¡Ridículo! Vergonzoso... Realmente era cierto. O por lo menos la mejor en bastante tiempo, pero no era necesario que ella lo supiera. Maldición. En fin, todo se solucionó rápido.

Ya estábamos a mediados de otoño, en la segunda semana de noviembre y el día cada vez era más corto. Atardecía más temprano y el cielo estaba completamente oscuro cuando salíamos de la consulta. (TN) estaba radiante de felicidad desde que su hermano dijo que tenía una buena noticia que darle. Se notaba en pequeños detalles. Sonreía más a menudo, charlaba más con los clientes en la sala de espera... No es que antes no fuera agradable con ellos, simplemente le salía todo de manera más natural.

Ya habíamos llegado al final de la jornada de aquel lunes. Estaba acabando de recoger mi escritorio cuando escuché que golpeaban a la puerta de mi despacho. Acto seguido, (TN) se asomó con la agenda en la mano. Le hice una señal para que se acercara. La escuché mientras me comentaba las citas del día siguiente. Nos esperaba otro martes intenso.

—Esto... Doctor Trafalgar... —murmuró, mientras cerraba su agenda.

—¿Sí? —pregunté, mirándola fijamente.

—Quería saber si este viernes podría venir solo por la mañana. Es mi cumpleaños y... Me gustaría comer con mi familia. No podemos cenar juntos. Si no, no se lo pediría —explicó—. No tenemos ninguna cita para el viernes por la tarde. Bueno, de momento.

—No hay ningún problema, (TN)-ya. De hecho ya has acumulado días libres. Puedes cogerte la mañana también si lo deseas —le recordé. Vaya, su cumpleaños...

—No hace falta. Ya tenemos citas por la mañana. Con salir a las 14:00 me basta.

—Bien. Si alguien llama le explica que el viernes no se puede coger cita. Yo me encargaré de atender el teléfono esa tarde —comenté.

—Lo siento si es mucha molestia —se disculpó. Podía notar cierto tono de preocupación en su voz. Se notaba que le importaba mucho el trabajo e intentaba dar lo mejor de ella.

—Ya le he dicho que no hay ningún problema. Puede estar tranquila —insistí. Sentía un ligero impulso de poner mi mano sobre la de ella, que estaba apoyada en una de las esquinas de mi escritorio. Por supuesto, no llegué a hacerlo—. Deberíamos irnos. Se hace de noche más pronto y no me gusta que camine sola en estas condiciones.

—Ah, sí. Voy a por mis cosas —dijo, antes de dirigirse hacia la puerta.

Me levante de la silla, me quité la bata y la cambié por el abrigo que tenía colgado en el perchero. Cuando salí a la recepción, (TN) ya estaba preparada, con el abrigo puesto y el bolso colgando de uno de sus hombros. Ya hacía unos días que no me quedaba tranquilo cuando se iba hacia el autobús. El viaje de ida y el viaje de vuelta, entraba dentro del horario laboral. Era mi responsabilidad si le ocurría algo durante ese tiempo.

Giros del destino «Law x Lectora»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora