Capítulo 2

2.4K 292 71
                                    

(Narra Law)

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

(Narra Law)

(Un rato antes de que TN llegara a la consulta)

Después de un desayuno equilibrado y saludable, salí del piso y me dirigí hacia mi nueva consulta. Cabe destacar que el pan estaba fuera de mi dieta. No porque no sea bueno para la salud, sino por motivos personales.

El piso que me habían buscado los directores de mi hospital privado estaba bastante cerca de la consulta. Concretamente en la calle de en frente. No había ninguno libre en el mismo edificio, pero no me molestaba tener que cruzar la calle. Lo que realmente me molestaba era que me hubieran trasladado de país.

Empecé a trabajar hacía ya un año y unos cuantos meses en un hospital privado muy importante de Tokio. Tan importante que, desde hacía cuatro años, había abierto algunas consultas privadas en Estados Unidos. En la información sobre las consultas, se garantizaba que los doctores formaban parte de ese hospital. Había varias en Nueva York, California, Atlanta... Y justo ese año habían abierto una en Nueva Orleans, ya que había sido solicitada por un gran número de ciudadanos en la página web del hospital. ¿Quién era el desgraciado al que le había tocado mudarse? Sí, a mí. El más novato. El que haría lo que fuera por continuar trabajando y que no le echaran. Además, no tenía familia ni hijos. Era más fácil pagar un piso para una persona. Bueno, tenía a mi hermana. Pero ella ya había hecho su vida. Estaba casada y vivía con su pareja allí en Tokio.

Abrí el portal y subí hasta el primer piso. Metí la llave en la cerradura  y entré en la consulta. En fin. Ese sería mi lugar de trabajo a partir de ahora. Miré el reloj. En una hora llegaría mi secretaria. Me habían llegado bastantes currículums. No me importaba a quien contratar, mientras tuviera los pocos requisitos que había que tener, y aquella chica necesitaba pagarse la universidad. Casi paso de su currículum por no poner foto, pero entonces tendría que haber desechado más de la mitad. En fin. No era un trabajo muy complicado, esperaba no tener que despedirla y buscar a alguien más.

Entré en mi despacho y dejé mi maletín sobre la mesa. Saqué las cosas para ordenarlas. El portátil, algunos portafolios que había traído para ir metiendo las fichas de los pacientes... Se podía guardar todo en el ordenador, pero también me gustaba tenerlo a mano. Nunca se sabía cuándo podían fallar las tecnologías.

Después de estar un buen rato organizando el despacho, escuché que llamaban al telefonillo. Debía ser ella. Bien. Puntual. Eso me gustaba. Salí del despacho y me acerqué para abrir. Dejé entreabierta la puerta de la entrada y también la puerta de mi despacho, quería dejar ya el ordenador encendido mientras ella subía. Me senté en mi silla y pulse el botón para encender aquel aparato.

Poco después, escuché la puerta cerrarse y unos pasos que se aproximaban hacia mi despacho. La chica no tardó en golpear la puerta, pidiendo permiso para pasar.

—Adelante —le indiqué, sin levantarme de la silla.

Me sorprendí al ver entrar por aquella puerta a la joven con la que me acosté durante las vacaciones. Casualidades de la vida. Si bien es cierto que el nombre que leí en el currículum coincidía, igual que la edad, según la fecha de nacimiento. ¿Pero cuántas (TN) debe haber con esa edad? En fin. No importaba. Por suerte, no era muy expresivo, así que no debió notar mi sorpresa. En cambio, ella sí era bastante expresiva. Se había quedado boquiabierta al verme. Sus mejillas estaban ligeramente sonrojadas, lo cual me traía ciertos recuerdos que era mejor apartar de mi mente en aquel momento.

Giros del destino «Law x Lectora»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora