Capítulo 8

536 58 37
                                    

El rubio no tardó en seguir al pelinegro, y una vez junto a él, los encaminaron hacia la salida trasera del edificio donde les darían su mercancía. Una vez afuera del lugar esperando, Jimin no tardó en reprender a su mejor amigo, quien le daba la espalda observando aquella puerta.

– ¡¿Qué mierdas fue eso?! – preguntó alterado volteandolo para quedar cara a cara.

– No quería que se fuera con alguien más. – respondió cortante.

– Oh, ahora me saliste compasivo para salvarla de aquellos hombres. – dijo el rubio de forma sarcástica.

Taehyung solo bufó, rodó los ojos y se volteó nuevamente a estar atento a la puerta.

– ¿Y que se supone que harás con ella? ¿Recrear tus jueguitos? – retó Jimin.

El pelinegro tensó la mandíbula y cerró sus puños fuertemente de manera que sus nudillos se volvieron blancos, ya sabía a dónde se dirigía esta conversación.

– Sí recuerdas que la última vez que lo hiciste mandaste a Tzuyu al hospital, ¿no?

– ¡Ya lo sé! – exclamó Taehyung volteando con su mejor amigo. –  Y sabes que me arrepiento... Pero esta vez será diferente.

– ¿Ah sí, y cómo? –  preguntó Jimin con sarcasmo incluido.

– Sabré controlarme, lo prometo.

El rubio quería hablar nuevamente pero fue interrumpido cuando se abrió la puerta, dejando ver a un guardia quien traía a Jisoo de su frágil y débil brazo. La chica iba cabizbaja y trataba de abrazarse así misma al salir, ya que solo llevaba ese atuendo y el clima era frío esa noche. El guardia procedió a quitarle su correa y su brazalete, una vez hecho eso la sujetó nuevamente para caminar hacia Taehyung y Jimin.

– N-no por favor. – suplicó Jisoo al guardia. – Prefiero quedarme aquí.

La chica estaba tan asustada que decía cosas que probablemente no hacían sentido, pero al encaminarse hacia los desconocidos, empezó a crear distintos escenarios, y prefería quedarse a trabajar ahí con Vincenzo de por vida, al menos su brazalete le otorgaba el no ser tocada por algún otro hombre, pero no podría decir lo mismo una vez que estuviera en manos de aquel hombre de cabello negro.

Otra idea surgió en su mente, estaba afuera en un callejón, tal vez podría huir, aunque eso fuera lo último que haga.

– Esa no es mi decisión. – dijo cortante el guardia.

Estaba a punto de entregarla a Taehyung, pero la pelinegra se resistió tirando de su brazo para zafarse, el guardia la apegó aún más a él y levantó su mano derecha para proporcionarle una cachetada.

Jisoo solo cerró los ojos y esperaba por el impacto, pero éste nunca pasó. Abrió los ojos lentamente y vió cómo aquel hombre pelinegro desconocido detuvo el brazo del guardia antes de darle el golpe.

– Te recuerdo que ella ahora es de mi propiedad. – dijo con su voz grave que generó escalofríos en Jisoo. – Y no te permito que le pongas un dedo encima.

El guardia enojado se soltó del agarre de Taehyung y empujó contra él a la chica para después irse y regresar por aquella puerta. Jisoo recobró sus cinco sentidos, estaba siendo sostenida por sus dos brazos para evitar que cayera, subió la mirada encontrándose de nuevo con aquellos orbes miel, su respiración se agitaba al igual que los latidos de su corazón.

Aun y con el cubrebocas puesto, Jisoo pudo notar que el hombre era bastante atractivo con facciones varoniles y marcadas, al igual que su cuerpo, alto, fornido y musculoso, definitivamente entraba en el tipo de su hombre ideal, sus pensamientos cesaron hasta que el pelinegro se separó de ella.

I Own You | Vsoo / Taesoo |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora