I Own You | Vsoo / Taesoo |

Capítulo 4

Después de eso el italiano se retiró de la habitación, no sin antes asegurar a Jisoo que no tardaría, y así fue, en pocos minutos regresó con una pequeña bolsa de plástico transparente que empacaba dicho uniforme.

– Muy bien, es talla chica, supongo que te quedará bien. – dijo entregando el empaque a Jisoo.

Ella lo tomó y rompió un poco el plástico para sacar el uniforme, pero a medida que lo fue desplegando su ceño se frunció y abrió enormemente sus ojos y su boca al ver lo que se tendría que poner.

Consistía en un body de lencería negra de encaje que se sujetaban a una medias de red por encima de las rodillas, junto con tacones de plataforma del mismo color.

– ¿D-debo usar esto? – preguntó preocupada la chica.

– Así es, como el resto de tus compañeras. – respondió el italiano.

Jisoo no podía creerlo, ¿Se supone que debía "trabajar" usando esto?

– Toma también debes ponerte este brazalete. – dijo el hombre extendiendo dicho objeto, era una pulsera sencilla de color plateado.

Jisoo hizo caso y se colocó el brazalete en su muñeca derecha. De pronto se escuchó el timbre de un celular, Vincenzo lo sacó de su bolsillo y pudo ver de quien se trataba.

– Cambiate en lo que contesto esta llamada. – dijo para después dirigirse a la puerta y salir con el celular pegado a uno de sus oídos.

Dejando a una Jisoo confundida y con la palabra en la boca, sabía que debía obedecer a todo lo que le dijeran, si no podría sufrir consecuencias, así que mordiéndose su labio inferior empezó a despojarse de sus prendas actuales y colocarse su famoso uniforme.

Jisoo nunca en la vida había usado este tipo de vestimenta, se sentía incómoda e insegura, incluso sola en aquella habitación podía sentir que era observada, no le deseaba esto a nadie.

Segundos más tarde la puerta comenzó a abrirse lentamente, la chica prestó total atención, mientras trataba de cubrir su cuerpo, rodeandose con sus frágiles brazos.

Sin embargo, la persona frente a ella no era Vincenzo, era uno de los hombres que la había secuestrado, al percatarse de esto se quedó estática en su lugar, mientras aquel sujeto cerraba la puerta lentamente y la inspeccionaba de arriba a abajo.

– Vaya, vaya, alguien ya tiene su uniforme. – dijo acercándose lentamente a la chica, mordiendo su labio inferior y soltando una risita.

Jisoo solo retrocedía para alejarse de aquel hombre que supuso no tenía buenas intenciones. Soltó un jadeo al sentir que unas manos la agarraban por la cintura y la jalaban hasta toparse con el pecho masculino.

– Hoy he tenido un día de mierda ¿sabes? – dijo el hombre con sus manos firmes en la diminuta cintura de la menor.

Jisoo con sus manos trataba de empujar el pecho del hombre para crear distancia y que la soltara, volteando su rostro de lado en señal de resistencia.

– Pero mírate. – dijo antes de soltar una risa seca. – Ya estás preparada para arreglar mi día ¿verdad pequeña zorrita?

Después de eso, el hombre empezó a besar, lamer y morder el cuello de Jisoo, al igual que una de sus manos bajó a su trasero y comenzó a apretarlo. La chica ante esto, comenzó a golpear el pecho del hombre y removerse en sus brazos, soltando lágrimas nuevamente.

– ¡No! ¡Suéltame! – suplicaba. – ¡Ayuda!

Los gritos de la chica fueron interrumpidos cuando sintió un golpe en su mejilla, fue tanto el impacto que cayó de espaldas justamente en aquel colchón sucio y viejo. Jisoo llevó su mano a su mejilla roja y adolorida y sintió que brotaba algo de sangre en su labio, sollozaba por el dolor y el miedo.