Capítulo 5

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Llegaron a una gran puerta metálica color gris, Vincenzo hizo un ademán con su mano izquierda para señalar a los guardias que abrieran la puerta, en lo que éstos obedecían, el mayor regresó su mirada a la pelinegra que estaba a su lado, una belleza sin duda, pero debía tratarla como otra chica más, otra venta más.

Las puertas se abrieron y Jisoo pudo observar una gran cantidad de chicas de diferentes edades, pero todas jóvenes, no pasaban más de 30 años a su parecer, todas en ligeramente diferentes uniformes reveladores de lencería, pero todas del mismo color negro.

Dentro de ese gran cuarto se encontraban diferentes áreas y estaciones de trabajo, así como si fuera una planta industrial, rodeada de guardias supervisando el trabajo de las chicas, Jisoo se percató que el producto final era cocaína, ya que se veía el polvo blanco en todas las estaciones.

Otro de los negocios de Vincenzo era la producción, distribución y venta de cocaína, teniendo a sus esclavas trabajando 12 horas al día y obviamente sin paga alguna. Y cada dos semanas eran sus grandes y excéntricas subastas de chicas jóvenes, a estos eventos venían principalmente mafiosos, magnates y uno que otro hombre del gobierno.

– ¡Atención chicas! – gritó Vincenzo para captar la atención de todos en la habitación mientras entraba tomando del brazo a Jisoo. – Les presento a su nueva compañera, tratenla bien y enseñenle sobre su nuevo trabajo.

Y con eso Vincenzo lanzó a Jisoo para enfrente importandole poco la brusquedad y fuerza con lo que lo hizo, y se retiró del lugar. La chica como no estaba acostumbrada a caminar en plataformas tan altas perdió el equilibrio y cayó de rodillas, amortiguando la caída con sus manos.

Su mirada estaba perdida, ahora su vida sería trabajar como esclava, si a eso se le podría llamar vida. Salió del trance cuando se percató que alguien le extendía la mano, subió su mirada y se encontró con una bella chica castaña, piel de porcelana, ojos cafés y un distintivo lunar arriba de su labio y otro en el puente de su nariz, Jisoo sin dudarlo tomó su mano.

– ¿Estás bien? – preguntó la chica mientras ayudaba a Jisoo a ponerse de pie.

Pero ¿cómo podría estar bien? La habían secuestrado, atado, humillado, atacado, golpeado y estaba asimilando que su vida le fue arrebatada cruelmente, al igual que la de esa chica castaña, al igual que la de todas las mujeres que se encontraban en ese cuarto.

– S-sí eso creo. – contestó en un hilo de voz, tratando de no sollozar de nuevo.

– Mi nombre es Mina. – se presentó la castaña con una media sonrisa.

– S-soy Jisoo. – dijo la pelinegra.

En ese momento la castaña se dió cuenta de la cortada en el labio inferior de Jisoo y la marca que iba cicatrizando en su clavícula, entendió bien a qué se debía, en su interior se lamentaba de la situación por la que estaba pasando la pelinegra, no se merecía eso, nadie se lo merecía.

– Sé que debes estar abrumada con todo esto, pero debo enseñarte tu nuevo puesto de trabajo, si no el jefe se molestará. – con esto Jisoo solo asintió rápidamente, lo que menos quería ahora era tener problemas innecesarios, de ahora en adelante debía obedecer a todo.

Mina explicó detalladamente de lo que se encargaría Jisoo en su puesto de trabajo, al igual que ella en la línea de producción de cocaína, la pelinegra escuchaba atentamente las explicaciones de la castaña para entender a la perfección.

No pasó mucho tiempo después para que sonara un timbre, indicando que era la hora de la comida, Jisoo siguió a Mina a la fila para recibir su alimento y después sentarse en una de las mesas.

I Own You | Vsoo / Taesoo |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora