I Own You | Vsoo / Taesoo |

Capítulo 12

Jisoo empezó nuevamente a comer su desayuno cuando escuchó que el auto del pelinegro arrancó, después de unos minutos, llegó una empleada para levantar los platos e ir a la cocina. La chica salió por donde vino y se encontró con el azabache de tatuajes sentado en la sala viendo su celular, hasta que levantó su mirada chocando con la de Jisoo.

– Señorita Kim, venga. – dijo con una sonrisa Jungkook.

La mencionada hizo caso y se sentó cerca del chico, aún no se acostumbraba a que la llamaran de usted o tan formalmente.

– Puedes decirme Jisoo. – le dijo con una cálida sonrisa.

– De acuerdo, ¿qué quieres hacer hoy? – preguntó animado, como si fueran amigos de toda la vida.

– Emm.... – la interrumpió un emocionado Jungkook.

– Podemos ir a la sala de cine, a la piscina, canchas de tenis, lo que quieras.

Jisoo se sintió un poco abrumada por todo, solo quería estar sola y descansar en su nueva habitación, pero no quería ser grosera con Jungkook.

– Creo que una película estaría bien. – dijo tímida.

En eso Jungkook se paró de su sitio y Jisoo de igual forma lo imitó para irse a la sala de cine. Vieron una película de ciencia ficción, el género favorito de la chica. Le dió un poco de risa cómo el chico abría en demasía sus ojitos y no dejaba de comer palomitas mirando estrictamente a la pantalla.

La chica se preguntaba cómo alguien que se ve tan fuerte, imponente y dominante pueda ser tan tierno y parecer un niño pequeño.

La película terminó y se pusieron a platicar, Jisoo agradecía el trato que el azabache le brindaba, era atento, alegre y divertido, le hubiera encantado conocerlo en otras circunstancias, sin duda serían grandes amigos.

Además, Jeon le resultó sumamente atractivo, no sólo por su físico perfecto y sus facciones masculinas encantadoras, también su actitud y personalidad hacían que el azabache sea el hombre perfecto, lástima que ahora estaba atada por Taehyung, literalmente.

Algo similar ocurría en la cabeza del mayor, Jisoo era una belleza andante, cuerpo perfecto, cara de ángel y una sonrisa que enamora a cualquiera. Sin embargo él sabía que estaba fuera de sus límites, ella es propiedad de su jefe.

Ambos se reían de los chistes del azabache y Jisoo se sintió genuinamente feliz y divertida, desde hace mucho tiempo, hasta que la chica cambió un poco su semblante al recordar su realidad.

– ¿Qué pasa? – preguntó el azabache notando el cambio de la chica.

– Jungkook... – dijo mirando hacia abajo jugando con su falda.

– ¿Sí?

– ¿En serio mi vida será así? Siendo una prisionera en un palacio de oro, estar a disposición del señor Kim y tener que obedecer a lo que me pide.

El azabache se quedó en silencio y suspiró, no podía decirle cosas que no fueran ciertas.

– Escucha, yo sé que Taehyung puede ser algo difícil de tratar, ha pasado por mucho, y creeme que ha aprendido de sus errores. – empezó a hablar Jungkook. – Esa noche de la subasta no sé qué le sucedió, pero quiero creer que contigo será diferente. De hecho, nunca se había preocupado tanto por alguna de sus sumisas como lo hace contigo y solo llevas unos días con él.

Jisoo asentía mientras escuchaba con atención a Jeon, lo siguiente que supo fue que el azabache tomó sus manos delicadamente.

–  Jisoo, lo único que puedo hacer por ti es hacer que tu estadía aquí sea un poco mejor, además de tu guardaespaldas quiero ser tu amigo. – dijo con una sonrisa juntando sus labios. – Y sólo queda decir que tú no merecías nada de lo que te pasó cuando estabas dónde te encontramos, lo siento mucho.