Una voz inaudible ━Encanto [Dolores x Mariano]

━ Capitulo 13

|Un acto de amor verdadero también es dejar ir...|

—¡¿Pero porqué?!

La de rizos peleaba en un cuarto a parte con su abuela ya que no quería ser oída por Dolores y mortificarla más. Su familia le dió la tarea de dialogar con ella, lo cual ya sabían resultaría inútil.

—¡A mí no me gritas!

—¡Es que no puedo comprender porque haces tanto daño, incluso a quien dices amar!

—Te recuerdo que los únicos responsables son tu adorada primita y el que creí sería un buen esposo para Isabela.

—Tu le dijiste sin compasión-

—Si pero yo no lo hice, no me puedo sentir mal por llevar la verdad por delante.

—Una "verdad" distorsionada— hizo comillas con sus dedos ridiculizando sus argumentos. —fue una historia de amor y compañerismo y lo convertiste en algo perverso.

—Vende esa historia cursi a otra persona, Mirabel.

—Agh, es por demás hablar contigo.

Mirabel se retiró aún más enfadada, sentía su sangre hervir ante sus acciones.

La Mirabel de quince años había muerto, esa dulce chica sin malicia actualmente es una mujer fuerte que trataba de traer la poca paz que quedaba.
Ser una adulta con experiencias de una familia tóxica la hizo tener ideas brillantes en conflictos familiares, así que supo que hacer.

—Doctor ¿Cree que Isabela despierte pronto?

—Lo siento Mira, le suministramos un tranquilizante. Probablemente sea hasta mañana— sujetó su hombro en compasión.
Lamentaba lo que Alma hacía pasar a los Madrigal, en especial a Mirabel quien posterior del accidente pasó a ser la segunda favorita y a tener mayor responsabilidad.

Y es por eso que cuando Mirabel decidió apoyar en un cien porciento a Dolores, Alma se sintió traicionada y eligió ser intolerante.

—Disculpe, sé que su apoyo a sido totalmente incondicional, pero le necesito pedir un favor más, que mantenga alejada a mi abuela el día de mañana.

—¿Puedo preguntar el porqué?

—Si, las muchachas necesitan platicar sin mi abuela de por medio. La recuperación de Isabela será mejor con Dolores junto a ella.

—Concuerdo contigo, he tenido demasiada paciencia con tu abuela sin embargo no pone de su parte.

—Lo sabré yo que toda mi vida sufrí con problemas familiares— soltó una risa para que no sonara tan serio lo que dijo.

Ella lo pensó y después de todo su abuela si tenía razón, la verdad siempre va por delante.

Asomó sus narices en el antiguo cuarto de Dolores, hace unas horas del incidente y aún se encontraba muy mal, ni siquiera se fue de regreso a su casa. Estaba recostada sobando su cabeza mientras lloraba, Mariano soltaba suspiros uno tras otro mientras acariciaba sus brazos.

Al ver la escena recordó por quienes estaba arriesgando su juventud.
Todo sea por la familia.

Sabiendo que existía un solo elementos en el mundo que resolvería este lamentable malentendido, corrió a la casa de su prima.

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Para la mañana siguiente Mirabel llegaba a casita, sin haber podido pegar el ojo ni un minuto. No le importaba para ser realistas, lo que más deseaba era que con su plan pudiera evitar grietas que temía comenzarán a aparecer.