Anastasia La Rossa
Un nombre que quedo en el olvido, un nombre al que fui obligada a renunciar.
Todo estaba bien hasta que llego ella y me quito lo único que tenia y gracias a eso recuperé mi nombre, mi titulo y mi familia.
*Los personajes así como...
Ya habían pasado casi siete meses desde que llego, sus estudios eran ya casi nulos, resulto ser demasiado inteligente y rápida para aprender, su entrenamiento con Bali Bey parecía rendir frutos, ambos eran muy buenos con eso.
Además de eso había hecho una buena amistad con otra joven que crecía cerca de aquella familia y realmente eran unidas pues compartían muchas cosas.
Y había algo que ya no la hacia contar el tiempo que estaba ahí y desear que jamás tuviese que terminar.
...
Recostados bajo la sombra de un árbol se encontraban ambos mirando el hermoso cielo, ella en su regazo y el abrazándola, Bali Bey le hablo pues había algo que lo había estado perturbando —Anastasia, ¿has sabido cuanto más te quedaras? — pregunto aferrándose a ella.
Anastasia se levanto un poco y lo miro a los ojos —Que importa ahora, estas conmigo y no me importaría tener que quedarme si estamos juntos— comento con una sonrisa.
Bali bey le sonrió y la beso —Lo sé, pero debemos saberlo para planear que haremos, si te vas en poco tiempo me iré contigo y hare lo necesario para protegerte siempre— comento con una sonrisa.
Anastasia sonrió —Por eso te amo, siempre me haces sentir especial— comento con una sonrisa.
—Eres especial, te robaste mi corazón el primer día que te vi— comento tomando su mejilla.
Anastasia volvió a besarlo y se recostó de nuevo sobre su regazo.
—Aunque aun me preocupa la reacción de mi padre si se entera— comento él con el tono preocupado.
Anastasia suspiro —Lo se pero que podemos hacer, si esto se pone difícil podremos irnos, para que quedarnos— comento con tranquilidad.
Bali se levanto y ella lo miro con seriedad —Como podre protegerte sin mi padre— comento con tranquilidad.
—Iremos a cualquier lado, uno que este fuera del imperio y fuera de los territorios de mi hermano, de esa manera estaremos a salvo y pueden estar seguros de que no somos una amenaza para ellos, viviremos de forma humilde y trabajadora— comento muy decidida.
Bali sonrió y la beso tiernamente.
...
Por la tarde al volver a su hogar el padre de Bali los esperaba, se acercaron a él y les dio las noticias que no esperaban —Princesa hay buenas noticias para usted— comento.
Anastasia sonrió y miro a Bali Bey.
—Su majestad dice que su tiempo aquí ha terminado, su madre ha acordado prometerla en matrimonio con el príncipe Süleyman hijo del sultán Selim I y heredero al trono— comento con una sonrisa.
El mundo de Anastasia cayo en ese momento, miro a Bali con miedo y él la miro de la misma forma.
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