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Este era para mañana pero creo que soy mas impaciente que ustedes ja, ja, ja.

Lindo día.

Lindo día

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Hürrem lo pensó mucho, su corazón y su alma no le permitían la segunda opción, solo tenía una, tenerlo, quizás con suerte él bebe sería como ella tendría que tener un plan, pero lo primero era hablar con la doctora.

La llevaron ante ella, Hürrem depósito una bolsa con monedas de oro más grande que la última —Si alguien pregunta dirás qué tengo dos meses y medio, no más, cuando nazca se dirá que era prematuro, tu opción es hacerlo por las buenas tomando el oro que te estoy dando o por las malas — comento amenazándola.

Güll Agha ya lo sabía, por sí sola no podría ocultarlo, además el había estado en el palacio esa noche y había sido quien la apoyo para que se sintiera un poco mejor.

La partera acepto y volvió a sus tareas, Hürrem se sentó en la cama —Sultana, ¿Cuándo lo anunciará? — pregunto con seriedad.

Hürrem no lo miro —No lo sé, quizás mañana, debo pensar bien lo que haré— comento con seriedad.

—Será algo peligroso sultana— comento con seriedad —Pero la ayudare en lo que sea— comento.

Hürrem lo pensó justo en ese momento —Lo tendré, pero no crecerá conmigo, será doloroso, pero prefiero que viva, quizás si lo envío a mi madre será mejor, ahí tendrá lo que necesita y estará a salvo— comento con seriedad.

—Sultana, quizás si no nace en este palacio sea más fácil— comento con entusiasmo.

Hürrem lo miro sin entender cómo haría eso.

—Si usted le pide a su majestad que la libere y lo logra, puede decirle que no volverá a sus aposentos a menos que se casen, entonces él la expulsará, estará tan enojado que no la visitará entonces el bebé en su vientre crecerá sin complicación alguna y al nacer lo entregara, y en caso de que su majestad se entere pueden decir que nació muerto, yo la ayudare a esconderlo— comento con seriedad.

—Eso sería demasiado arriesgado, si no vuelvo entonces perderé a mis hijos y la posibilidad de seguir a su lado— comento con seriedad.

—Sultana, usted se disculpará con él y volverá, entonces él la traerá de regreso solo tendrá que esperar el tiempo necesario para recuperarse del parto— comento con seriedad —Y si se entera del bebé entonces será más fácil que la traiga a su lado porque sentirá el dolor que le provocó la muerte de su hijo y querrá que usted no sufra más— comento con una sonrisa.

Mahidevran llegó a sus aposentos quería burlarse de ella como siempre y escucho a Güll Agha hablar —Además si su majestad la ama se casará con usted, entonces ni siquiera la sultana Mahidevran podrá tocarla pues usted tendrá más poder que ella, tanto que solo será superado por la madre sultana— comento con una sonrisa.

Anastasia La Rossa (Hürrem Sultán)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora