Anastasia La Rossa
Un nombre que quedo en el olvido, un nombre al que fui obligada a renunciar.
Todo estaba bien hasta que llego ella y me quito lo único que tenia y gracias a eso recuperé mi nombre, mi titulo y mi familia.
*Los personajes así como...
Una disculpa quise publicarles dos ayer como me lo pidieron sin embargo entre semana se me complica un poco por que trabajo en la tarde, pero se los compensare en el fin de semana.
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Respiro hondo y recupero su postura, continuo camino hacia los aposentos donde estaban los niños, Daye estaba en la entrada junto a Güll Agha esperando a Hürrem.
Daye hizo una reverencia, Hürrem le sonrió —Señora Daye, por favor todos los gastos de comida y estancia anótelos de forma mensual, yo cubriré cada uno de ellos, me gustaría que busque un buen maestro para que les de clases, yo también cubriré los gastos y llama al sastre para que les haga ropas nuevas, no estarán dentro del harén por lo que solo me responderán a mi— comento con seriedad.
Daye la miro con sorpresa, pero el sultán le había dado la orden de obedecer —No se preocupe no sultana, será como usted lo deseé— Comento y se fue.
Hürrem miro a los niños y se sentó con ellos en el diván acariciando sus mejillas, la pequeña Kasya se sentó en las piernas de su madre y jugaba con sus joyas.
Esma llegó con Mehmet de la mano, el pequeño vio a los niños cerca de su madre y se acercó con calma mirándolos extrañado.
Hürrem lo llamo y el se acercó tranquilo, de alguna manera al ver a la niña en su regazo le sonrió y casi al momento le tomo confianza igual que a los otros dos, la madre sultana llegó de improviso.
Hürrem bajo a la niña y se levantó para hacer una reverencia, Mehmet la hizo también y los niños imitaron su acción, aunque un poco más lento pues no sabían del todo como hacerlo.
La madre sultana les sonrió de forma tranquila y miro a Hürrem para que fuera con ella, Hürrem dejo a los niños con Esma mientras que ella iba con la madre sultana, estando en el pasillo la sultana la miro con seriedad —Hürrem es bueno que te involucres con la caridad y ayudes a los que lo necesitan sin embargo debes tener cuidado con quienes ingresas al palacio, espero que esté sea el único caso, recuerda que no podemos ayudar a todos— comento con seriedad.
Hürrem le sonrió tranquila —Lo se madre, no se preocupe me asegure de que todo esté bien y por lo demás no se preocupe se que fui impulsiva pero los siguientes a los que ayude será de otra manera, tengo contemplado poner comedores comunitarios y refugios para quienes lo necesiten— comento con una sonrisa.
La madre sultana le sonrió, en esas cosas era en lo único qué estaba de acuerdo con ella.
La madre sultana no se quedó demasiado, Hürrem pidió que prepararán la cena para ella y sus hijos, sentada en los cojines frente a la comida mando a traer a sus otros hijos, los niños entraron tranquilos y se sentaron de manera educada.
Esma les enseño la forma en la que se comía ahí, no les costó mayor trabajo, solo difería un poco, Hürrem estaba realmente feliz de tener a sus niños con ella, aunque desearía que fuese de otra manera.
