Anastasia La Rossa (Hürrem Sultán)

C 38

Hürrem hablo con Güll Agha, él se encargaría de buscar a esa mujer para que le diera aquel amuleto antes de que las cosas escalaran.

Revisaba los papeles que estaban en su escritorio, mientras hacía esto en él jardín sus hijos aprovecharon el día para estar juntos, pronto cada uno se iría a sus provincias y no quedaría nadie en el palacio, se habían acostumbrado al poco o mucho tiempo que estuvieron juntos y ahora se separarían otra vez, era complicado y más porque los hijos de Süleyman y los de Bali Bey apenas comenzaban a conocerse mejor y tratarse como familia.

Sin embargo, se mandarían cartas seguido de eso estaban completamente seguros.

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Hürrem estaba tranquila en sus aposentos, de un momento a otro se comenzó a sentir algo extraña hasta que dejo leer los papeles y salió a la terraza un momento, Bali llego y se acercó a ella con una sonrisa y puso su mano sobre la de ella —No me toques— dijo ella con enojo.

Bali la miro con seriedad —¿Qué pasa? — pregunto con seriedad.

—No pasa nada, solo aléjate— dijo con seriedad.

Bali la miro con seriedad, después de eso ella salió de los aposentos a dirigirse al jardín, se encontró con Rüstem y comenzaron a hablar.

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Bali estaba con Sah en la oficina que se le había dado a él, estaba intranquilo por lo que estaba pasando con Hürrem, su actitud era diferente, en ocasiones no parecía la mujer tranquila que él conocía, sabía que tenía sus momentos de crueldad, pero eso había sido antes y todo por Süleyman, pero el ya no estaba, porque tendría que volver a ser esa Hürrem.

—Bali Bey, este palacio es una gran carga— dijo con seriedad intentando explicarle a él lo que podría estar pasando con ella.

—No es solo eso, es diferente, ella en estos últimos años fue una y en estos días se convirtió en otra, no logro entenderlo— dijo con preocupación.

—Bali, ella en este palacio se convirtió en la mujer fuerte, pero pago un alto precio y esa fue su inocencia, la inocente joven murió bajo este techo, lo que está pasando es un reflejo, este palacio pareciera que se alimenta de la bondad de la gente y la convierte en lo peor, ese trono jamás podrá tener una persona que sea pura de corazón porque en cuestión de tiempo el mismo se encargara de destruirla— dijo con tranquilidad.

Bali la miro con seriedad —Quizás sea eso, solo espero que no cambie demasiado, ahora las cosas se están poniendo difíciles y temo que ella misma termine enloqueciendo o haciendo alguna estupidez para acabar con todo— dijo con seriedad.

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Hürrem miro por un momento a Bali con Sah, en un momento de completa normalidad Hürrem no les diría nada y no sentiría nada malo pues se habían hecho amigos, pero no estaba en sus cinco sentidos porque lo que le estaban haciendo estaba en ese momento presente, Bali la miro, su mirada era la misma que cuando miraba a Süleyman con otras mujeres, decepción y enojo mezclados.

Quiso ir hacia ella, pero Hürrem solo se dio la vuelta y se fue a otro lado, Bali la siguió hasta el jardín, en el momento que ella se detuvo él la tomo del brazo delicadamente —Que te sucede hoy, me miras como su estuviese haciendo algo malo, mírame— dijo con tranquilidad.

Hürrem lo miro enojada —Nunca haces nada cierto, vete seguramente serás como todos, me terminaras abandonando por alguien más— dijo con seriedad.