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Llegó el día, su equipaje fue llevado a un carruaje, Hürrem salió llevando a su príncipe de la mano, el pequeño estaba emocionado —¿Iremos a ver a papá? — pregunto entusiasmado.

Hürrem le sonrió, se agachó a su altura y beso su frente —Claro que si mi príncipe, iremos a ver a tu padre y a tus hermanos— comento con tranquilidad.

Hürrem le sonrió, se agachó a su altura y beso su frente —Claro que si mi príncipe, iremos a ver a tu padre y a tus hermanos— comento con tranquilidad

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El pequeño miro a su madre y la abrazo con felicidad —Madre ¿Puede ir mi hermana con nosotros? — pregunto mirando a Kasya.

Hürrem le sonrió a Cihangir —Claro, si tu hermana quiere puede ir con nosotros— comento con una sonrisa— y miro a Kasya quien sin pensarlo tomo la mano del príncipe.

Subieron al carruaje y luego Amelia miro a Hürrem a quien parecía pesarle que volvería a ver a Süleyman, puso su mano sobre el hombro de su hija y la miro con cariño haciéndola saber que estaría con ella en todo momento.

Hürrem le sonrió y la vio entrar al carruaje, miro hacía delante del carruaje y vio a Malkocoglu montarse en su caballo frente al carruaje de ella, por un momento sintió culpa, sentía que estaba jugando con él y le estaba dando ánimos para algo que jamás pasaría entre ellos otra vez.

Se lo había dejado claro la última vez que estuvieron juntos.

Se lo había dejado claro la última vez que estuvieron juntos

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1527

Había pasado un mes seguía con el corazón lastimado, Süleyman se fue de caza con Mustafá y Mahidevran, ella se sentía herida, él lo había hecho con afán de lastimarla.

Aunque no sabía que había sido pedido de la madre sultana, sin embargo, eso no cambiaría nada pues la decisión final era de él.

Güll Agha llegó a los aposentos de Hürrem una tarde, la miro con seriedad —Sultana me dijeron que un enviado del rey Antonio la espera en el palacio de mármol— comento con seriedad.

Hürrem sintió un poco de temor de lo que significará que esa persona estuviese ahí —Bien, no creo que pase algo malo, sin embargo, necesito que estés alerta— comento sería y se levantó para ponerse el velo que debía cubrirla.

Anastasia La Rossa (Hürrem Sultán)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora