Un Amor De Otro Siglo. DESTINADOS I. (COMPLETA)

+Capítulo 25+

¡Holas a todas!

Chicas debo confesar que desde un principio pensé  en realizar solo 30 capítulos. Les adelanto que no creo que hasta ahí termine la novela, pero tampoco es que la alargue demasiado. 

Bueno después de este pequeño adelanto técnico las dejo para que empiecen con la lectura. 

Capitulo dedicado a susana_v1

-Lenna-

Estar de regreso en el bosque, fue una experiencia un tanto perturbadora, ya que no me traía buenos recuerdos, fue aquí en donde fui golpeada, ultrajada y además, lo que más me dolía es que aquí se quedarían los restos de Mila.

—¿Lista Lenna? —me pregunta Eyra. Asentí con la cabeza.

No fue fácil de hacer entrar en razón a Sigurd de que mi vida no estaba aquí, hizo falta darle los pormenores de todo lo que había pasado para que él por fin diera el visto bueno. Dijo que Haakon merecía saber que ese hijo era suyo, no es que estuviera en desacuerdo, se que así debería de ser pero no lo sabría por mi y por supuesto no estando yo aquí. No había forma de arriesgar a mi bebé y a mi.

Toqué la carta que estaba en mi bolso y sentí el teléfono. Esto me hizo sonreír melancólicamente, al menos si no volvía o Haakon no me buscaba yo tendría una foto para enseñarle a mi bebé quien era su padre. La foto la tomé un día que pasaba por el sendero que me llevaba a la recolección de algunas plantas. Él estaba parado en un costado del sendero, se encontraba absorto en sus pensamientos que ni siquiera me sintió, su mirada estaba puesta en el horizonte, brazos cruzados en su pecho, músculos tensos, barbilla levantada y mandíbula apretada.

De pronto, su cara cayó pegando su barbilla al pecho y dejó caer los brazos a los costados como si el pensamiento que viajaba dentro de él hubiese ganado la batalla y dado su última estocada.

Ahí, en ese preciso momento supe que el verdadero Haakon estaba presente, el verdadero hombre, con sentimientos y sueños pisados, con tormentas que no lo dejaban dormir. Ese fue el momento justo en el que tomé la única foto que llevaría conmigo de él, que sin saberlo había robado mi corazón.

—¿Lenna? —Voltee a ver a Eyra— ¡Qué si estás lista cariño?— Si, le había contestado; Sin embargo, no podía negar la inquietud y el desasosiego que me invadía el saber que era muy probable que ya no viese a Haakon. Me negaba a aceptarlo. Tengo que decir que me hubiese gustado que llegara y pidiese que me quedase aquí, con él.

¿Lo hubiese escuchado? Tal vez no,

¿Cambiaría de opinión? Tampoco. Dudo mucho que una pequeña charla me permita tomar una gran decisión, pero aún así, el saber que siente algo por mi me daría la esperanza de que vamos a sanar y que con toda probabilidad más adelante volvamos a estar juntos. Al final de todo es mi amor de otro siglo.

—¿No entiendo, por qué es Axe, quién tiene que acompañar a Lenna? Yo cuidaría mejor de ellos —se quejó Ivar.

—Ya lo habíamos hablado Ivar. Axe tiene motivos de sobra para ir —le vuelve a decir Eyra con un poco de fastidio, ya que no ha dejado de quejarse como un niño desde esta mañana.

—Ivar —lo llamo. Y como un relámpago lo tengo a mi lado.

—Ivar, necesito pedirte un favor —lo que desees. Tomo sus manos entre las mías e inhalo un poco más de aire para darme valor.

—¿Puedes por favor entregarle esto a Haakon? —le entrego la carta que esta mañana hice.

—No Lenna, yo a ese no le doy nada —lo miró y puedo ver un deje de dolor e ira en la profundidad de sus ojos. Sé que odia a Haakon, y también sé que le hago daño pidiendo que me haga este favor. Pero creo que será más sencillo para Haakon descubrir la verdad de mis palabras si esta carta es entregada por Ivar en lugar de cualquier otra persona.

—Confío en ti. Y sé que encontrarás el tiempo preciso para dársela —le acaricio la cara con la palma de mi mano y él se acurruca en mi, buscando un calor que nunca podré darle.

—¿No sabes cuanto te amo Lenna? Por ti daría mi vida, mi alma si eso te pondría a salvo. Pero esto, esto no me pidas que lo haga, esto no por favor —puedo sentir su voz quebrarse y su respiración agitarse.

—¿Por qué? —

—¿Sabes lo que ésto significa?, ¿lo sabes verdad? Te perderé en ese mismo instante y soy tan egoísta que no creo que sea capaz de entregarla. ¿Estás dispuesta a dejar en mis manos tu felicidad? —me mira de nuevo y sus ojos son una tortura que reviviré a cada momento por el resto de mis días. ¿Por qué no pude quererlo en lugar de Haakon? Todo habría sido mucho más sencillo. Maldigo a su Dios y al mío por hacernos esto.

—Por supuesto que sí. Me amas y harás lo correcto por nosotros. Lo acabas de decir y sé que ahora no lo entiendes, de hecho ni yo lo hago. Pero se que eres grande y un futuro prometedor te esperará. No soy yo quién llenará tu corazón vacío y anheloso de amor, no seré yo quién esté a tu lado para amarte y te llene de unos hijos preciosos, pero si seré yo quien rece por que así suceda. Te amo pero...

—No digas más. Así déjalo. —Coloca sus dedos en mi boca para sellar mis labios.

—Deja que me quede con estas últimas palabras grabadas en mi mente. Yo también te amo Lenna, siempre te amaré —.

—Se acaba el tiempo, Lenna. —Nos apresura Eyra. 

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Hasta la pronto

XOXO. Vashmy Edeza