+Capítulo 6+

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-Haakon-

— ¡De prisa!, ¡Muévanse! No los dejen escapar. —Digo irritado de tener que perseguirlos de nuevo.

Esto empieza a ser tedioso, los malditos de la aldea vecina Rising Sun (sol naciente) vienen y roban nuestros animales y se creen con el derecho de irse como si nada, pero esto se acaba hoy. No llegué de mis viajes solo para ver como por todo por lo que hemos trabajado en nuestra aldea Sterk Garanti (Fuertes guerreros), se lo coman y lo disfruten otras personas.

—¡Padre! Toma un grupo de seis, ve y rodéalos por el sur, si siguieron ese camino los podrás emboscar al pie de la colina. —Mi padre asiente y se va con sus seis hombres a todo galope.

Organizo un grupo para que se quede protegiendo a nuestras familias, esposas, hijos y ancianos.

–Axe —Le grito.

— ¿Ya tienes a nuestros hombres? —

—Si. Me pediste seis, pero se auto invitó Niels. Ya sabes cómo es, quiere aprender el chico —dice y yo niego con la cabeza.

—No estamos para juegos ni para andar enseñando a nadie, aún no domina la espada ni el arco, además es apenas un crío Axe, por todos los Dioses. Si él va tú te harás cargo. —le digo y le doy la espalda para emprender la persecución.

— ¡Vámonos! —gritó y aunque ya avance un poco, alcanzo a escuchar como Axe le habla a Niels.

—Niels te quedas. Ve y ayuda a tu madre, anda muchacho. —no espero para escuchar nada más.

— ¿Dónde se habrán metido? Hace horas que les seguimos el paso y nada, ni rastro de ellos y con esta nevada las posibles huellas que pudieran dejar se borran rápidamente. —

— ¡Ah! ¡Ah! ¡Ah! — Se alcanzan a escuchar algunos gritos y palabras que no logro entender. Acaso... acaso ¿Hablan otra lengua? Inmediatamente nos dirigimos hacia ellos, creo que alguien dio con los ladrones antes que nosotros.

Lo que ven mis ojos al llegar no es ninguna novedad en realidad, estoy acostumbrado que al llegar a nuevas tierras después de tomar nuestro botín tomemos a cuanta mujer se nos cruce, no es algo que lo apruebe, sin embargo, en alguna ocasión lo hice, tomé a una mujer, la tomé a ella, a Dahlia y la herida que dejó aun no sana.

—Ni la espada más filosa en las manos del mejor guerrero me hubiera herido de gravedad como lo hizo ella. ¡Maldita sea! —Es por eso que he decidido que mis servicios a partir de este año, serán dentro de nuestras tierras, soy un gran guerrero y se me da bien construir así que una mano extra en los drakkar no está de más.

Otro grito de miedo hace que regrese mi vista y mi enfoque a la situación actual, al echar un vistazo puedo observar que los bastardos que nos robaron horas atrás han sido atravesados con flechas por mis hombres. Escuchar el sonido de sus quejidos lastimeros me dan una gran satisfacción.

Un Amor De Otro Siglo. DESTINADOS I. (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora