+Capítulo 21+

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Holas a todas.
Aquí les dejo una capítulo corto.

 Aquí les dejo una capítulo corto

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-Lenna-

—Sácame de aquí Ivar, te lo ruego. No permitas que se acerque a mí —le pedí en un susurro. Inmediatamente Ivar, me rodeó entre sus brazos y me colocó detrás de él.

—Aléjate Haakon —.

—¡Jamás! No te la puedes llevar. ¡Suéltala! —gritó Haakon.

—Como ya has escuchado. Lenna será mi esposa y tú estás comprometido, así que... ¿Por qué crees que debería alejarme de Lenna, mi prometida? —preguntaba Ivar, recalcando demasiado "Mi prometida".

De un instante a otro siento que soy jalada de los brazos de Ivar, por lo tanto tampoco esperaba el empujón que sufrí. No estaba bien plantada en el suelo, causando que mi tobillo se doblara y me desplome directo al piso golpeando mi cabeza.

Cuando desperté, la cabeza me dolía demasiado aunque no más que mi alma. El dolor que sentí al saber que Haakon estaba prometido, no va a desaparecer aunque así lo desee y no se si seré capaz de ver a los ojos a todas esas personas que he logrado conocer, sentiré que todos podrán ver a través de mis ojos y sabrán lo que pasó. No quiero que nadie sepa, no quiero que nadie me mire con odio por haberme revolcado con un hombre prometido en matrimonio, aunque yo no supiera de su compromiso. En todo caso que me vean con lástima por haber sido la tonta que calentó la cama de Haakon, como su última mujerzuela, en una noche de despedida de soltero. Sé que aquí aún no se usan esos términos pero es así como me siento en este momento. « ¿Cómo pude ser tan tonta? Si las señales estaban ahí».

«No quiero eso. No quiero sentirme así». Sin siquiera poner resistencia dejo que mis lágrimas fluyeran por mis mejillas y nublaran mi vista. Sollozo y me hago un ovillo.

Eyra que se encontraba a mi lado y de la cual aún no me había dado cuenta me talla la espalda y clama palabras de consuelo en un tono demasiado bajo. Intenté alejarme de su toque, no sabía porque pero no quería que nadie me tocara, quería estar lo más sola posible, revolcándome en mí dolor, en donde solo yo fuera consciente de cuántas lágrimas podría derramar y sin ser juzgada.

—Sé lo qué pasó entre tú...

—No te atrevas a pronunciar su nombre. ¿Es tan poco hombre, que te contó lo que pasó entre nosotros?, sabes que, no me digas nada. Solo... —. Mi voz se quebró. Quería llorar. —Solo déjame sola —. Eyra comprendió que no era el momento de hablar así que con sumo cuidado se levantó y se alejó. Antes de que saliera totalmente le pedí que le hablara a Ivar.

—Por favor Lenna, permíteme hablar contigo, no tomes decisiones precipitadas o con dolor. Nunca suelen ser las mejores —. Después de un momento de silencio, en el que por supuesto que no le contesté nada, escuche que cerraba la puerta tras de sí.

—¡Dios! Lenna, me tenías muy preocupado. ¿Cómo te sientes? —me interroga Ivar.

—Ivar, para —. Lo reprendí. Tenía cosas más importantes que decirle, necesitaba saber si podía contar con él para el plan que ya tenía pensado.

Haakon

Decir que me fue imposible acercarme a Lenna desde que sufrió aquella caída, que para el colmo había sido causada por mí y solo por mí. En un desesperado intento de alejar a Lenna de los brazos de ese maldito, la jalé pero no me percaté de donde la soltaba y en la posición en la que se encontraba. Mi juicio estaba nublado y solo quería partirle los huesos a Ivar.

Quisiera poder decir que fue él quién la lastimó, así tendría la excusa perfecta para alejarlo de ella, pero la realidad no era así.

Todo mi cuerpo flaqueo en cuento vi como caía Lenna y no podía alcanzarla y antes de que pudiera estar con ella en el mullido suelo, Axe y Sigurd me detuvieron y me encerraron dentro de mi casa.

Llevo toda la noche en vela, preguntándome ¿Cómo estará Lenna? También he intentado sacar información de los guerreros que se encuentran custodiando mi casa para que me sea imposible salir. Pero para mí desgracia, los custodios son del clan de Ivar.

La voz de Sigurd llega a mis oídos y creo que por fin podré salir de aquí y correr a lado de Lenna.

«Perdóname, por favor. Te lo pido»

Elevo una plegaria a Odín para que me conceda salir de aquí, para arrodillarme ante Lenna y suplicar por su perdón, no sé cómo es que he sido tan cobarde de apartarla de mi lado, si desde que mis ojos se posaron en ella, sabía que era mi destinada, mi segunda oportunidad. Debí haber roto mi compromiso con Helmi, debí haber hablado con Sigurd, acercarme a Eyra y que me orientara, pero no, he sido un necio y testarudo que creyó que tenía todo bajo control.

«Que equivocado estaba»

Solo bastó saber que alguien más la tendría para que mi yo interior se exteriorizara. Miré negro, mi juicio se perdió, perdí el control de mis actos y no medí mis acciones al grado de lastimar lo más preciado para mí. «Mi Lenna»

No puedo seguir ocultándolo. 

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Hasta pronto. 

XOXO Vashmy Edeza

XOXO Vashmy Edeza

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Un Amor De Otro Siglo. DESTINADOS I. (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora