+Capítulo 3+

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-Lenna-

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-Lenna-

ZAZ. La cachetada que le di, logró romper el silencio que se había generado tras esas crueles palabras que Alexander me había dicho. No había que decir nada más, no dijimos aquí terminamos, ni lárgate, nada, las palabras estaban implícitas por todo el ambiente, él ni siquiera se inmuto, agarró su saco y salió de mi casa dando un portazo.

Tardé en reaccionar a lo que había pasado, mi mente se mantenía en blanco, ni siquiera me había movido de mi lugar, seguía ahí parada, pensando en todo y nada a la vez.

Cuando por fin me moví lo hice para cerrar correctamente la puerta, no quería que Alexander regresara y pudiera entrar tan fácilmente, aunque dudaba mucho que lo volviera a ver de nuevo cruzar esa puerta.

Entré en la cocina para prepararme un cereal con leche y en cuanto tome asiento en el tamborete no pude más y me suelto a llorar, no sabía que estaba mal conmigo, no sabía porque no podía entregarme a una persona como lo haría cualquier otra en mi lugar.

Recordar las palabras de mi abuela, ya no eran una opción. había perdido toda la fe en ella.

Aunque las palabras que me dijo Alexander me dolían, no dejaban de repetirse una y otra vez como una grabadora descompuesta en mi mente. Sabía que él las había dicho enojado porque interiormente rompí y destrocé su ego, Alex se dio cuenta de que aunque yo a él sí lo excitaba, él en mí no despertaba nada.

No lo quiero justificar ni mucho menos, me ofendió y se tomó el tiempo de buscar las palabras que creyó serían las más hirientes que pudo encontrar para describirme y eso me lastimó.

Esas crueles palabras estuvieron presentes en mis pensamientos por meses y afectaron mi autoestima. Siempre terminaba pensando lo mismo. 《Una relación es de dos y yo no puse de mí parte》. Hasta que Mila me abrió los ojos y me hizo ver por qué soy así, el por qué me comporte con los hombres de esa manera, y es que ahora lo puedo ver claro, ni Alexander ni ninguno antes de él, era el indicado y ese fue mi error, no darme cuenta de ello y mi segundo error fue no terminar esta relación a tiempo. No. Más bien, haber iniciado, sí ese, ese fue mi verdadero error. Todo lo que me hubiera evitado.

—Creo que le debo unos dólares a Mila por la consulta. —Me reí por mi mal chiste.

Y hablando de Mila, mi amiga se ha convertido en mi única constante desde aquel entonces, bueno y también mi trabajo, a Ludmila la conocía desde hace más de 10 años.

Estudiamos juntas la secundaria y la universidad, pero al adquirir nuestros trabajos fue cuando nos separamos un poco, ya que estudiamos carreras diferentes y nos desenvolvemos en ámbitos distintos.

Llevo aproximadamente unos 3 años trabajando para el colegio London. Soy maestra de historia. Tal vez crean que es aburrida, bueno sí un poco a veces, aunque no siempre es así. No es aburrida para quienes saben que el pasado juega un papel muy importante en nuestro presente y nuestro futuro. Es fabuloso dar un paseo por los libros y conocer personajes de la historia que vivieron en lugares hermosos fuera de toda esta contaminación, conocer sus culturas, vestimentas, costumbres, es así como sabemos que hicieron mal y que hicieron bien y cómo podemos mejorarlo para.....

—¡aaaaaaah! —grito. Creo que fui embestida por un carro.

Me duele todo, no me di cuenta que perdí por un momento la conciencia, hasta que escucho que lo mencionan, puedo sentir como corre sangre por mi cara y mi mano izquierda la siento húmeda, los oídos me van a explotar.

De repente, vuelvo a chillar porque alguien toca mi ventanilla del auto, lo veo y creo que es quien me chocó ya que tiene sangre en la frente, está desfajado y tiene el pelo alborotado.

— ¿Estás bien? —pregunta. Pero, ¿Qué pregunta es esa? dadas las circunstancias, no, claro que no estoy bien, me hubiera encantado gritarle.

Pero este tipo no me da ni chanza de contestar ya que abre la puerta y me quita el cinturón de seguridad. Caigo sobre mi cabeza y chillo de dolor y ahora sí que exploto.

— ¿Pero qué te pasa pedazo de... de... de tonto? sí eso. El tipo ni se inmuta está tan concentrado en lo que está haciendo, me toma por debajo de los hombros y me intenta sacar, trato de ayudarlo empujándome con mis pies, pero no es mucho lo que yo logro hacer.

Alguien toma mis piernas y un par de manos extra se posicionan sobre mi cintura y me mueven rápidamente sacándome del auto. A lo lejos alcanzo a escuchar el ruido de las sirenas, que anuncian su entrada en escena.

Sin embargo yo ya empiezo a sentir como la obscuridad me empieza a embriagar...

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Nos leemos pronto

XOXO

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Un Amor De Otro Siglo. DESTINADOS I. (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora