🐺9- Latido

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Twain entró al restaurante con una remera bastante grande para él y unos jeans oscuros, traía también una pequeña mochila y sus lentes de sol. Agnes lo vio radiante y sonrió ampliamente a medida que este se acercaba. 

—Tienes todas las miradas puestas en tí —dijo mientras le abrazaba —Te extrañe durante las vacaciones, ¿la pasaron bien tú y el gruñón de mi hermano? Aún no puedo creer que hayan decidido ir a otro lado solos. ¡Pasaron tres meses! ¿Qué tanto estuvieron haciendo? —exigió saber con un pequeño berrinche muy propio de ella.

—Lo siento, fue algo de última hora y queríamos... —respiró profundo. Pidió un café, una tarta de manzana y unas frutas. Agnes pidió solo café sin extrañarse por la cantidad de comida que él había pedido. 

—¿Y bien? ¿Por qué tanto misterio últimamente? —preguntó apoyando el mentón en una mano —¿Al fin decidieron casarse? —

Twain sonrió y extendió la mano derecha lentamente dejando ver una alianza en su dedo anular, lo que ocasionó que Agnes lanzara un grito de sorpresa y que todos en el restaurante les vieran sorprendidos. 

—¡¿Se casaron en secreto?! —gritó poniéndose de pie —¡Twain no lo puedo creer! —dijo comenzando a lagrimear, se volvió a sentar y se cubrió el rostro —Creí que eramos amigos...—

—Y lo somos—

—¿Cómo pudiste no decírmelo? ¿Cómo pudieron hacerlo sin nosotros ahí?— preguntó y se limpió el rostro un poco —Me siento herida, traicionada, enfadada y... feliz...— dijo muy bajito

—¿Estás feliz? —preguntó el beta con ilusión

—No podría no estarlo —dice con un puchero —Pero no quita que me sienta traicionada... un poco... —susurra y sonríe —¿Dónde fue? Necesito que me lo cuentes todo, necesito fotos y videos. ¿Tuvieron su primer baile juntos? ¿Quienes asistieron? ¿Qué usaron? —pregunta emocionada —Dios... tendremos que repetirlo, no será lo mismo pero necesito verlo con mis propios ojos o esta vida ya no tendrá sentido —

—Creo que puedo compensarlo —dice el beta con una tierna sonrisa. 

La comida llega interrumpiéndoles y Twain no puede esperar a comer la tarta de manzanas. Agnes le habló sobre la Academia de Alfas, le comentó algo sobre algunos cambios que comenzarían a implementarse luego del año nuevo, hablaron sobre Stiles y Derek y las vacaciones en familia que tuvieron. 

Fue entonces que mientras Twain comía sus frutas, Agnes pasó la mirada por la mano ajena y notó algo en la alianza. Tomó su mano y la acercó para verla detenidamente. 

—¿Qué es? —indaga con curiosidad

Twain traga el melón y se relame los labios. 

—Son unos latidos —murmura y ella frunce el ceño. 

—¿Grabaron los latidos del otro en sus alianzas? —pregunta extrañada. Era la primera vez que veía algo similar.

—En realidad es el mismo latido —dice y ella se queda aun sin entender —Este encuentro en realidad es porque quería hacerte una pregunta —

—¿Preguntarme algo?

—Sí, y... bueno, realmente te considero como una hermana, eres mi mejor amiga y la persona más confiable que conozco en el mundo entero, así que no existe mejor persona a quien pueda preguntarle esto —

Agnes suelta su mano despacio y niega. —Twain dime que no es lo que estoy pensando —

—El latido que está en nuestros anillos es el primer latido de nuestro cachorro —le comenta con una tímida sonrisa —Y quiero saber si... aceptas ser su madrina —

LETAL「OMEGAVERSE」 © (Lazos II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora