Twain permaneció casi acurrucado en su asiento. Nada había sucedido en todo el camino, y si bien estaba más que seguro que Dawson estaba dando vueltas, él no preguntó nada porque por algo debía ser.
Habían parado en busca de algo que comer, Twain sabía que estaban dentro del muro beta de nuevo, y por eso no bajó de la camioneta, el otro le trajo comida ahí y comieron en silencio. Luego de eso estaba realmente cansado, gracias al celo, a los últimos eventos de la mañana y la huida, su cuerpo estaba pasándole la factura, aun así estaba decidido a no demostrar nada.
El silencio se había instalado entre ambos de nuevo, ambos alerta de todo en las calles, cualquier cosa que pudiera volverse un peligro, pero no había nada, era como si estuvieran siendo solamente paranoicos.
Al atardecer, finalmente, notó que Dawson dejó de tomar calles a la deriva y parecía ir a un lugar en específico.
—¿A dónde vamos? —preguntó
—Pasaremos la noche en un lugar, y mañana tendremos que movernos de vuelta —dice sin apartar la mirada de enfrente. Twain se achica un poco más en el asiento sin decir nada y suspira. Tenía miedo.
Su mirada se apartó de las calles fuera de la ventana, y la bajó a su mano, que ahora estaba siendo envuelta por la mano de Dawson.
Le miró en busca de algo, pero nada, simplemente le estaba agarrando de la mano, y de una manera... protectora. No sabía que decir. ¿Agradecerle por haberle salvado la vida de nuevo? No le parecía apropiado, su vida seguía corriendo peligro, y no sabía hasta cuando.
Se relamió los labios y entrelazó sus dedos a los del mayor, sorprendiéndolos a ambos.
—¿Por qué no me dejaste acabar con él esta mañana? —preguntó bajito. Incluso creería que las palabras no salieron de su boca, de no ser porque el cuerpo del alfa se tensó.
Los segundos pasaron y el ojiverde habló:—No eres un asesino —
El beta sonrió.
—Mi vida corría peligro, era en defensa propia—
—Estoy contigo ¿verdad? —preguntó el otro y Twain hubiera querido ver sus ojos —Mientras esté alrededor no vas a tener que llegar a eso, voy a... voy a ser yo quien lo haga. Siempre —murmuró. Y aunque el de ojos oscuros quiso seguir, se obligó a permanecer callado porque lo entendía, entendía que no quería que se ensuciara las manos.
Y entonces lo vio. Otro maldito motel.
Twain permaneció en silencio mientras Dawson pagaba por una habitación y retiraba la llave. Y entonces cada uno subió las escaleras con sus pertenencias, que no eran muchas. El atardecer estaba a solo minutos de convertirse en completa oscuridad, y ambos sabían que sería una larga noche.
Seguía esperando que esbirros llegaran de vuelta de la nada y tuvieran que pelear y salir corriendo de nuevo. No podía dejar de pensar en eso.
—Aunque sea es mejor que el primero —soltó el alfa al entrar al cuarto. Twain observó alrededor, era verdad. Las sábanas de la cama parecían limpias, el cuarto olía bien, no a desinfectante, sino un leve aroma a lavanda que le trasmitía cierta paz. Las cortinas eran oscuras y la luz un poco tenue. —El baño se ve bien, puedes tomar la ducha primero si quieres, mientras registro un poco la zona y... puedo buscar algo de comer también, hace horas que comimos por última vez —menciona el alfa.
ESTÁS LEYENDO
LETAL「OMEGAVERSE」 © (Lazos II)
Fiksi Penggemar[AU] Dawson Hale, primer hijo nacido de tres, toma una fuerte y difícil decisión luego de ocasionar lo que él cree es la muerte de sus padres. Luego de una dura batalla por escapar de una clínica enfocada en crear una nueva especie de lobos, Dawson...