Unidos Por Un Misterio (Chat Noir/Adrien y Tú)

Clima Tempestuoso

Por fin era fin de semana, podía olvidarme de la tarea y de la escuela por dos días, y terminar de procesar todo lo que pasó con la aparición de los héroes y Hawk Moth.

Justo ahora me encontraba en el parque al que vine cuando salí a explorar un poco la ciudad, sólo que esta vez le estaba haciendo compañía a Adrien en su sesión de fotos, me dijo que si quería ir con él, ya que regularmente sus sesiones de fotos eran muy aburridas, y como no tenía nada que hacer acepté.

Veía como él cambiaba de pose con cada foto que le tomaban, ¿Para qué negarlo?, Se veía bastante bien, sonreí al verlo y se me ocurrió algo.

Comencé a hacer poses algo tontas, y con cada click que sonaba de la cámara cambiaba, cuando Adrien me miró soltó una risita, al parecer eso le gustó al fotógrafo ya que capturó ese momento, yo dejé de hacer los movimientos para que Adrien se concentrara.

El fotógrafo se mostraba entusiasmado. —¡Magnífico!, ¡Súper!, ¡Ahora quiero ver fuego en tus ojos! —también hacía poses bastante raras para lograr tomar buenas fotos. Ojalá alguien me tomara fotos así.

—¡Sonríe, sonríe! ¡Mira algo que te guste, que te inspire! —de nuevo el fotógrafo exclamó emocionado, yo reí levemente por su comportamiento y cuando miré a Adrien noté que él me estaba viendo también.

Sacudí mi cabeza y desvíe la mirada, no quería pensar otras cosas.

Vi a lo lejos a Alya, Marinette, y a una niña de cabello castaño, la azabache caminaba de una forma muy, muy extraña. Adrien volteó a verlas y las saludó, ellas le devolvieron el saludo, yo decidí a ir a hablar con ellas.

Me acerqué a ellas. —¡Hola chicas!. Woah, Marinette ¿Estás bien? —pregunté al ver que tenía una sonrisa en su rostro y movía la mano.

Alya negó con la cabeza al ver a su amiga. —Hola _____ —Alya habló—, Marinette está bien, sólo, deja que vuelva en sí. —la de lentes le dio un manotazo a Marinette y en efecto, ella salió de su trance.

—Ah, eh, oh, digo, hola _____ —saludó—, ¿Qué haces aquí? —me preguntó con entusiasmo.

Me encogí de hombros. —Nada, sólo, vine a acompañar a Adrien a su sesión. —dije, ella abrió la boca y Alya se golpeó la frente.

—¿T-tú y é-el... E-es t-tu, s-son n-no...? —la miré con confusión, y luego entendí a lo que se refería.

—Ah, no no no, sólo somos amigos. —aclaré moviendo las manos, ella dejó salir el aire que tuvo retenido por no sé cuánto tiempo.

Pero volvió a poner una expresión de curiosidad. —¿Y cómo lo conoces? —preguntó.

—Ah, es que mi mamá es la secretaria de su papá, así que vivo donde él vive. —comenté con naturalidad, Alya me escuchaba con curiosidad y Marinette trataba de procesar lo que dije.

La de coletas se quedó con la mirada perdida. —Discúlpala, hoy como que le fallaron las neuronas. —Alya dijo por el comportamiento que estaba teniendo la de coletas y las tres reímos.

Vi a una niña de cabello castaño y overol morado detrás de Marinette. —Y díganme ¿Quién es esta pequeñita de aquí? —hablé y me agaché para quedar a la altura de la niña.

—Oh, es Manon, la estoy cuidando por hoy. —explicó Marinette.

—Bueno, en ese caso, hola Manon, me llamo _______. —me presenté y la niñita finalmente sonrió.

Volví a levantarme para estar a la altura de ambas amigas quienes miraban a Adrien.

Marinette volvió a desconectarse de la realidad. —Y en verdad que hoy le fallaron las neuronas. —comenté mientras pasaba una mano frente a la vista de Marinette pero ella no se molestó en reaccionar.