Princesa Fragancia

6.2K 563 99
                                    

—Sí, como sea, Wanda les ganó a todos, fin de la conversación. —dije y me reí, Adrien y yo habíamos llegado a la escuela, estábamos platicando y haciendo teorías sobre películas que habíamos visto.

Cuando llegamos a los casilleros, vimos que el cielo se tornó gris y comenzó a llover demasiado, revisé las noticias y en efecto, habían akumatizado a alguien.

—Tengo que ir —dijo Adrien, yo asentí, caminé hasta el pasillo y miré hacia ambos lados.

—Todo libre. —informé.

—¡Plagg, las garras! —el chico, ahora transformado en Chat Noir estaba listo para salir a salvar el día—, ¿L-le podrías decir a la profesora que tuve sesión de fotos o algo así? —me pidió y yo sonreí.

—Claro, yo te cubro, ahora, ve y sé un héroe —dije, me dio un beso en la mejilla y salió por la ventana.

Una vez que él ya se había ido, me dirigí a mi casillero para sacar mis libretas, cuando lo abrí, noté que una hoja salió del interior de mi casillero y cayó al suelo.

La recogí, estaba doblada, así que pensé que podría ser alguna nota que escribí, pero cuando la abrí me llevé una sorpresa.

Esa no era mi letra, estaba escrita una dirección, calle, número, y hora, decía 4:30.

—¿Y esto qué es? —murmuré, examiné dicho papel pero no tenía nada más escrito.

Tenía dos opciones, ignorarlo y seguir con mi vida, tal vez eso no era para mí, o, ir y ver qué onda con eso, las cosas siempre pasan por algo.

Ya lo pensaría después, ahora tengo que ir a clase, de ciencias, ugh, guardé el papel en el bolsillo de mi pantalón.

Como era de esperarse, Adrien y Marinette no llegaron, le dije a la profesora que Adrien tuvo una sesión de imprevisto y que por eso no había podido llegar.

Bien, estábamos hablando de la combustión, al menos el tema no era tan complicado.

—Voy a escribirle una carta expresando adoración y mi máximo respeto. —escuché que Rosita comentó, claro, los últimos días se la pasó hablando de que el Princpe Alí (no el de Ababua, el de Achú), vendría a la ciudad.

Pero a la hora de que le roció perfume a su carta, la profesora la vio y le retiró el perfume, el celular y la mandó con el director.

—¡Ánimo Rose!, No es tan malo —dije para animarla un poco.

—¡Sancoeur!, Por lo que veo usted también quiere ir a la oficina del director, ¿Verdad? —la señorita Mendeleiev me llamó la atención.

Yo negué repetidas veces. —¡N-no señorita! disculpe. —hablé.

La profesora hizo una demostración de lo que pasa cuando se juega con sustancias inflamables dentro del laboratorio, en conclusión: BOOM.

—Y para que lo recuerden, mañana haremos un exámen sobre seguridad, de nuevo. —dijo nuestra profesora.

Dejé caer mi cabeza en mi mesa. —Ya no quiero, saquenme de aquí —refunfuñé.

—Bueno, al menos esta vez no fue nuestra culpa. —Nath habló, y yo solté una risita cuando recordé la vez pasada que hicimos exámen sobre seguridad.

Puede que en un experimento a Nathaniel y a mí se nos haya caído una sustancia, afortunadamente no pasó nada, sólo nos mandaron a dirección por ser irresponsables, nada más, y la profesora nos hizo examen como castigo.

El día acabó, y Adrien no llegó, me despedí de mi grupito de amigos, a Rose no le había afectado el castigo, ella estaba feliz por el tema del Principe Alí, cuando salí del instituto me acerqué a Nino, y unos segundos después Adrien llegó corriendo.

Unidos Por Un Misterio (Chat Noir/Adrien y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora