Unidos Por Un Misterio (Chat Noir/Adrien y Tú)

Darkblade

—¿Me vas a contar qué pasó en San Valentín? —volvió a preguntar Nathaniel por séptima vez.

—Nop. —dije y regresé la mirada a mi libro.

Decidí guardar esas memorias para mí, y mis amigos intuían que algo había sucedido, pero yo me negaba a hablar, claro que ahora yo estaba más confundida que antes, pero estaba tranquila, Adrien cumplió su promesa, nada había cambiado entre nosotros y a Chat no lo he visto.

—Ándaleeee. —me sacudió del brazo.

Yo solté una risa. —Nath, no hablaré de eso, entiende. —dije, él se resignó.

—Le quitas lo divertido a la vida. —contestó.

—¿Es eso o que tu dinero está en juego por alguna apuesta que hicieron tú y los demás? —contesté y enarqué una ceja.

El volvió a sacudirme del brazo. —¡Son cinco euros _____! ¡Y si no pasó nada Alix va a ganar!

Me eché a reír, no iba a decir nada de nada.

—Chicos, tengo un anuncio que hacerles —habló la señorita Bustier—, Chloé se postula cómo representante de clase y Sabrina como su suplente, ¿Hay algún otro candidato?

Nathaniel dejó caer su cabeza en la mesa. —No otra vez. —murmuró.

Kim levantó la mano pero luego se excusó diciendo que no quería decir nada

—¿Tan mala es? —cuestioné.

—Solo hace lo que ella quiere, no toma en cuenta nuestras opiniones y casi nunca nos comunica nada, así ha sido desde siempre, y si alguno de nosotros se atreve a postularse le hace la vida imposible. —explicó e hizo ademanes con sus manos para darle dramatismo al momento.

—¿Y si te postulas? —preguntó con el rostro iluminado.

—¿Quién yo? —me señalé—, Nah, no quiero esa responsabilidad. —me encogí de hombros.

Él volvió a dejar caer su rostro sobre la mesa y se quejó.

—Les daré hasta terminar el almuerzo para que decidan si quieren postularse. —anunció la profesora.

Salimos del aula y nos reunimos en el patio, platicábamos sobre si alguien iba a postularse, pero al parecer nadie quería, y menos después de que Chloé llegó a decir que ni se nos ocurriera pensar en postularnos.

—¿Qué les dijo Chloé ésta vez? —llegó Marinette y preguntó.

—Me dijo que si entraba en las elecciones me sacaría del club de recortes, ¡Y saben cuánto amo ese club! —exclamó Rosita.

—A mi no me interesa ser candidata, pero, ¿Qué hay de ti, (T/A)? —preguntó Alix.

Yo negué con la cabeza. —No, no, no, yo paso. —dije.

—¿Por qué?, Serías una excelente representante. —Adrien habló y todos asintieron, yo sonreí en su dirección.

—Tal vez, pero no quiero hacerme cargo de un grupo entero, aún. —me excusé.

Alya habló. —¿Y tú por qué no, Marinette? —cuestionó a su amiga.

—Estoy ocupada... Aunque supongo que me postularía si nadie más lo hiciera. —comentó la azabache.

Regresamos a clase, la profesora preguntó si alguien más se postularía, Marinette volteó a ver a Kim, quién desvió la mirada, luego a Rose, quién se escondió detrás de su libro de geografía, y finalmente a mí, yo solo negué con la cabeza y apreté los labios.