Unidos Por Un Misterio (Chat Noir/Adrien y Tú)

Antibug

—Como que Chloé está rara hoy, ¿No? —Nathaniel me comentó en voz baja.

Yo asentí varias veces. —Sí, y Sabrina no ha venido desde ayer —añadí—, aquí pasa algo raro.

Nath y yo compartimos una mirada. —Hmm —ambos nos encogimos de hombros y volvimos a concentrarnos en nuestros trabajos.

Chloé se quejó, todos volteamos a verla, y dijo que le habían jalado el cabello, procedió a explicar que quien lo había hecho era un ser invisible y místico, todos comenzaron a reír.

Y entonces Chloé comenzó a ser atacada, aunque parecía que ella sola se estaba golpeando con su bolso, comenzó a correr por el salón, todos estábamos extrañados, porque de verdad, no había nadie que la estuviera atacando.

Y entonces alguien me arrebató mi pluma con la que estaba escribiendo. —¡Hey! —exclamé, y vi como mi pluma y la de varios más fueron lanzadas hacia Chloé.

Al final, Chloé salió del salón asustada, y después la puerta se abrió y se cerró sola.

—Un fantasma —murmuré.

—Ay no, no quiero estar en una película de terror real en la escuela otra vez. —se quejó Nathaniel y dejó caer su cabeza en la banca.

—Qué exagerado —dije y negué con la cabeza sonriendo.

Minutos después nos llegó un mensaje a todos, y al ver nuestros celulares, eran fotos de Chloé siendo atacada, como si lo que la estuviera atacando hubiera tomado fotos a propósito para molestarla.

Las clases terminaron y yo recibí un mensaje de Chloé, dónde me pidió que por favor le hiciera compañía en el hotel, ya que no quería estar sola por lo que sea que le estaba tratando de hacer daño.

Cuando llegue a su habitación, la examiné de forma rápida pero no vi a nadie. —¿Hola? —hablé—, ¿Chloé, estás aquí? —cuestioné y me adentré más en la habitación de Bourgeois.

—¡______! —escuché que Chloé exclamó y salió de detrás de un sillón que estaba en su habitación.

—¡Gracias por venir! —exclamó, su tono de voz no era el presumido de siempre, ni tampoco era de felicidad, era de real gratitud acompañada por miedo.

—Esa cosa me ha estado atacando desde ayer, y es muy molesto, y... No quería estar yo sola. —habló en voz baja.

—Tranquila, sabes que puedes contar conmigo, Chloé —puse una mano en su hombro tratando de reconfortála—, te traje los apuntes de las clases que perdiste, y me quedaré hasta que anochezca, o me corras, lo que pase primero. —dije y al fin logré que ella soltará una corta risa.

Ella recobró su postura y me miró. —No eres tan desagradable, Sancoeur —dijo y se cruzó de brazos.

Me senté en uno de sus sillones. —Tú tampoco lo eres, Bourgeois. —hablé.

Chloé también se sentó en los sillones, pero noté que ella miraba hacia los lados de manera paranoica, y no era para menos, si una cosa invisible me estuviera atacando, yo haría lo mismo.

—Hey —la llamé—, tranquila, esa cosa no te hará daño —dije para tratar de tranquilizarla.

La rubia me sonrió un poco, y dejó salir un poco de tensión de su cuerpo. —Sólo espero que éste ente invisible no arruine mi cabello —comentó en un intento de parecer tranquila.

Me reí un poco ante su comentario. —Nada podría hacer que la gran Chloé Bourgeois se vea mal —dije y logré ganar una risa de parte de ella.

Chloé soltó un suspiro, y nos quedamos calladas unos instantes hasta que ella rompió el silencio. —¿Cómo van las cosas con Adrien? —cuestionó con curiosidad.