Unidos Por Un Misterio (Chat Noir/Adrien y Tú)

Burbujeo

Salí de mi habitación en dirección a la de Adrien, entré y vi que estaba en su escritorio, me acerqué sigilosamente hasta él y le tapé los ojos.

—¿Quién cumple años hoy? —hablé y cubrí sus ojos, él rio un poco y se levantó.

No esperé más y lo envolví en un abrazo el cuál respondió con gusto, recargué mi cabeza sobre su hombro y sonreí sin poder evitarlo, no lo negaría, se sentía bastante bien.

Al cabo de algunos segundos nos separamos. —Gracias ______— dijo con alegría.

—Y... Te tengo una sorpresa— dije, del bolsillo de mi chaqueta saqué una cajita negra.

Se la entregué y él me miró. —______, no tenías porqué, muchísimas gracias. —dijo, me tomó por un brazo y me atrajo hacia él envolviéndome en otro abrazo.

—Ábrelo. —ordené con emoción.

Dentro de la cajita había una cadenita con un dije en forma de gatito negro.

Noté que se sonrojó. —¿E-eso quiere decir que t-tú...? —entendí a lo que se refería y mostré que yo llevaba puesto un collar de gatito blanco y que al juntarlos parecía que estaban abrazándose.

Adrien se quedó sin palabras, yo reí un poco. —Vamos a desayunar, cumpleañero. —lo tomé de la mano y lo llevé al comedor.

Una vez ahí, estábamos platicando, mamá llegó y le entregó su horario a Adrien. —O-oye, ¿Mi padre te dijo algo de mi fiesta de cumpleaños? —preguntó.

Vi que mamá bajó la mirada. —Él... No cree que sea buena idea. —dijo, el semblante de Adrien decayó.

—Era de esperarse. —dijo por lo bajo.

—Feliz cumpleaños Adrien —mi mamá lo felicitó—. Nos vemos luego, hija. —se dirigió a mí.

—Sí mamá. —dije, ella se retiró y volteé a ver a Adrien.

—Hey, este día será genial, te lo aseguro. —dije poniendo una mano sobre la suya. Él forzó una sonrisa, lo entendía, yo también estaría triste en su lugar, pero hoy es su cumpleaños, tengo que hacer que este día sea feliz, con o sin fiesta, algo se me ocurrirá.

Terminamos de desayunar y nos fuimos a la escuela, una vez que llegamos nos encontramos a Nino.

—¡Feliz cumpleaños amigo! —exclamó con alegría y le dio un gran abrazo a Adrien.

Se acercó a mí. —¡Hola chica! —me saludó con un choque de puños.

—Mira Nino, serás su mejor amigo y todo, pero yo lo felicité primero. —comenté presumiendo y obtuve una risa por parte de ambos chicos.

Noté como Nino codeó levemente a Adrien. —Eso es trampa porque vives con él. —habló el moreno, los tres volvimos a reír, entramos a clases.

  •★•・・・・・・•★•・・・・・・•★•

El día escolar había pasado rápido, de nuevo estábamos afuera platicando los tres hasta que salió el tema de la fiesta de Adrien.

—¿En serio? —cuestionó Nino—, ¿Tú papá siempre ha sido así de aguafiestas?, ¿No recuerda cuando era joven?

Adrien resopló. —Nah, seguro ya era aguafiestas desde entonces... Bueno lo intentamos. —dijo encogiéndose de hombros.

Nino abrazó por los hombros a Adrien y habló. —Sabes, entonces tendré que conversar con tu papá.

Adrien negó. —No pierdas tu tiempo, Nino. —dijo decepcionado.

Antes de que pudiéramos decir otra cosa, apareció Marinette de la nada sosteniendo un regalo azul con listón rosa, en una pose bastante extraña, la chica recobró la compostura y saludó.