Unidos Por Un Misterio (Chat Noir/Adrien y Tú)

Sous Les Étoiles

—¿¡Entonces qué me pongo!? —exclamé y dejé mi celular recargado en mi escritorio y me dirigí a mi armario.

—Algo con lo que te sientas cómoda. —habló Alix.

—O algo elegante —comentó Rose.

Estábamos en una videollamada, les comenté a ellas sobre mi salida con Adrien, y estaban ayudándome a elegir que ponerme, pero nada me convencía.

—No —dije y aventé un pantalón—, esto tampoco —lancé un vestido—, esto... ¡No! —lancé una chaqueta, y así seguí por unos instantes más. Me parecía a Chloé aventando la ropa por todos lados.

—¡______! —exclamaron mis amigas—, ¡Cálmate! —añadió Alix.

Me fui a sentar a la silla y resoplé. —Esto es muy difícil —dije y dejé caer mi cabeza en mi escritorio.

—¿Estás nerviosa? Awww —comentó Rose—, esto es tan bonito, ¿No te dijo a dónde irían? Tal vez así puedes darte una idea. —comentó emocionada.

—¡No!, Solo me dijo: "Paso por ti a las 8:30" —imité la voz de Adrien y volví a dejarme caer en la silla—, esto no está funcionando, soy un desastre. —dije y me cubrí el rostro con las manos.

—¿Por qué no le preguntas? —sugirió Alix—. Oye, ¿Y sus padres los dejaron salir a esas horas? —cuestionó la pelirrosa.

Apreté los labios y desvié la mirada. —Eh... Sí... —dije de una manera no muy convincente.

Porque ellas no sabían que técnicamente nos íbamos a escapar por mi balcón y él estaría con su traje de Chat Noir.

Tomé el celular y me lancé a mi cama. —Y no está, no ha estado aquí todo el día, lo cual es extraño. —expliqué respondiendo a su primera pregunta.

—¿Tienes alguna idea de lo que se trata? —volvió a preguntar, y entonces sonreí.

Me senté con rapidez. —Creo que sí. —contesté.

—Bien, ahora usa esa pequeña idea que tienes y arma un buen outfit. —dijo Rosita.

Okey, hagamos esto, volví a recargar mi celular en mi escritorio y me dirigí a mi armario, miré la ropa que estaba regada por el suelo y la que quedaba dentro del armario.

Y encontré el conjunto perfecto. —¡Lo tengo!, Espérenme. —avisé y corrí a cambiarme al baño.

Bien, mi vestuario consistía en una camisa de manga larga negra que se ajustaba a mi torso, encima un vestido de tirantes delgados a cuadros que me llegaba un poquitito arriba de la rodilla, no mucho, acomodé mis collares por encima para que lucieran, y por último unos botines negros con un poco de tacón, pero esos me los pondría después.

Salí del baño y me coloqué frente a la cámara. —¿Y bien? —pregunté y esperé la respuesta de mis amigas.

—¡Si no funciona con Adrien acá estoy! —exclamó Alix y todas comenzamos a reír.

—Ya, modo serio, te ves muy bien ______. —dijo sonriente.

—¡Sí!, ¡Amiga, te ves muy, muy bonita!, ¡Adrien se desmayará al verte! —exclamó Rose emocionada.

Fui a sentarme a la silla. —Gracias chicas, no sé qué haría sin ustedes, probablemente hubiera colapsado. —les dije y ellas sonrieron.

—No es nada, eres nuestra mejor amiga —Alix habló y noté como se acomodó en su lugar—, pero te llega a hacer daño y no se las va a acabar conmigo, primer aviso. —dijo, formó un puño y lo golpeó contra la palma de su otra mano.