Sentimiento Oculto

Capítulo 5

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Cristal.

Aparco el coche frente a Carmesí del otro lado de la calle.

Carmesí es uno de los mejores bares en el lado oscuro y clandestino de Madrid, es muy concurrido por muchas personas para nada buenas, es el sitio donde consigues todo tipo de alcohol y drogas.

Tienen buena música y servicio, el lugar está lo suficientemente apartado como para tener problemas con la policía y es lo suficientemente grande, cuenta con una inmensa pista de baile, mesas alrededor de la misma, una amplia barra de bebidas y un área apartada de teibol.

Salimos del coche y cruzamos la calle preparadas para esta noche.

—Que empiece la fiesta.

Comenta Tania con una amplia sonrisa mientras cruzamos la puerta.

Nos dirigimos hacia la barra y nos sentamos en unos bancos altos para pedir nuestras bebidas. Tania pide un vodka de cereza y yo uno de limón, mientras esperamos nuestras bebidas se acerca a nosotras un mesero, trae una bebida color rosa con un paraguas amarillo y se la entrega a Tania.

—Perdona pero yo no he pedido esto — le dice al mesero por su equivocación.

—Se lo ha enviado el tío de esa mesa. — hace un gesto con la cara hacia delante señalando la mesa en donde se encuentra el desconocido.

Qué rápido.

Volteamos a verlo y se encuentra totalmente solo, tiene el cabello café, ojos miel y tez blanca. En una de sus manos sostiene un baso de vidrio con un líquido que por lo que puedo distinguir es whiskey. Le da un trago sin despegar su mirada de la morena.

Ella se vuelve en su asiento.

—Dios, que tío más guapo.

Se muerde el labio inferior.

—Menuda suerte la tuya — le digo y ella juega con el paraguas de la bebida —Ya tienes con qué divertirte esta noche.

Esboza una sonrisa pícara e imagino que debe de estar pensando en como utilizarlo.

—¿No te importa que te deje sola? O, ¿Quieres venir conmigo a la mesa? Porque puedes venir conmigo si quieres — me ofrece.

La verdad es que no me apetece ir con ella, además tengo que buscar a otro tío para que me de la información que necesito.

—Puedo quedarme sola. Anda ve — la motivo a ir a la mesa con él.

Coge su bebida, se levanta del banco y camina hacia la mesa del desconocido.

Bebo un trago de mi vodka limón y me dispongo a observar a las personas a mi alrededor. En la barra no veo a nadie que pueda decirme lo que necesito así que pago la bebida y me levanto de ahí para caminar por la pista abarrotada de gente bailando bajo las luces de muchos colores buscando mi objetivo, pero sigo sin ver a alguien.

Gael.

Al quitarme el casco de mi motocicleta frente al bar me paso la mano por mi cabello rubio para acomodarlo, de reojo veo un coche negro a el otro lado de la calle que me llama la atención y volteo a verlo, se parece mucho a él de Cris, mi Cris.

Sacudo la cabeza para sacarla de mi mente, no puedo estar todo el tiempo pensando en ella, aunque es demasiado difícil no hacerlo.

Me bajo de la moto para entrar.

Ya dentro me acerco a la barra.

—Una botella de whiskey, por favor.

Le pido al mesero que no tarda mucho en traerla junto con un baso de vidrio.