Capítulo 6

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•6•

Cristal.

Me despierta el timbre del apartamento que suena consecutivamente.

Que demonios digo en mi mente. Me siento en la cama y suspiro, el timbre deja de sonar por un momento para volver a hacerlo, me quito las sábanas y me levanto a revisar quien toca de esa manera, ni siquiera me molesto en arreglar mi cabello desordenado. Tampoco me molesto en buscar ningún tipo de arma, la vez anterior era que estaba un poco paranoica.

Al abrir la puerta principal me consigo con un Gael borracho que me regala una enorme sonrisa cuando me ve, yo lo miro sin expresión alguna y le cierro la puerta en la cara. Le doy la espalda para ir de nuevo a mi habitación entonces Gael aporrea la puerta.

—Cris sé que estás ahí, ábreme la puerta — me dice al dejar de tocar.

Me quedo parada en el mismo sitio de espaldas a la puerta y no le respondo esperando que se vaya. Gael borracho es muy intenso e irritante, muy poco lo soporto estando así, la mayoría de las veces viene a buscarme para rogarme que este con él y decirme cuanto me ama.

—Cristal — vuelve a llamarme.

Giro mi cabeza hacia la izquierda.

—Vete.

Utilizo un tono de voz más frío del usual.

—Cris… por favor — me ruega y su voz se quiebra al pronunciar sus últimas palabras.

Pienso si abrirle la puerta o no, si lo hago voy a tener que soportar todas sus súplicas y demás cosas que me dirá para que le dé una oportunidad, su aliento a whiskey y luego terminar llevándolo a su casa o dejar que duerma en una de las habitaciones de huéspedes para cuidarlo. Suspiro con resignación y me paso un mechón de cabello por detrás de la oreja.

Cuando abro la puerta nuevamente lo consigo sentado en el suelo de lado, estaba apoyado a la madera, me mira y sus ojos verdes brillan. Es tan tierno pero tan intenso, no quiero hacerle daño a él que ha sido tan bueno conmigo pero tiene que entender que no siento nada, aunque por lo que veo nunca va a terminar de entenderlo. Se levanta del suelo tambaleándose y lo ayudo cuando veo que se va a caer, cierro la puerta tras nosotros, paso uno de sus brazos por encima de mis hombros para que se sostenga y lo tomo de la cintura ayudándolo a que no se caiga.

—Te amo Cris. — dice muy pegado a mi cara, su aliento como supuse huele a puro whiskey.

Caminamos por el pasillo hacia la sala, lo tiro en el sofá más grande y suelta un quejido al caer en él. Pienso en hacerle una taza de café para que se le pase un poco la borrachera pero en lo que me doy la vuelta para ir a la cocina me llama.

—¿A dónde vas? — pregunta.

Lo miro y esta sentado con los brazos caídos a los lados de su cuerpo, su cabello rubio esta en un completo desorden pero aún así no deja de verse sexy.

—A prepararte un café — respondo.

—¡No! — se queja —No quiero café.

Parece un niño de 6 años cuando no quiere comer lo que su madre ha preparado y yo pongo los ojos en blanco, ¿Ahora qué hago con él? Me pregunto mientras lo miro.

—Siéntate conmigo.

Golpea el espacio que hay en el sofá a un lado de él.

—No. — rechazo su propuesta.

No quiero tener que escuchar todo lo que querrá decirme. Necesito que se vaya o se duerma.

—Anda — insiste.

Sentimiento OcultoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora