•18•
Cristal.
Estaciono el coche de golpe haciendo que las llantas den un chirrido frente a la puerta de emergencias de la Clínica. Luego de primero haber ido a cambiarme y quitarme toda la mierda que tenia encima.
Bajo y camino dando largas zancadas rápidas, con mis dos manos empujo bruscamente las puertas para entrar, unas enfermeras se sobresaltan para luego mirarse las caras y seguir en lo que estaban. Busco con la mirada a Estefan pero no está por ningún lado. Comienzo a desesperarme tempranamente, me dirijo hacia él área de quirófanos y casi choco con él antes de atravesar la puerta haciendo que me detenga.
—Cristal. — pronuncia al verme.
—¿Dónde está? — pregunto rápidamente refiriéndome a Tania.
—Esta en quirófano todavía, — toma una pausa y frunce una de las comisuras de sus labios —, no creo que salga de ahí hasta después de dos horas apróximadamente.
Miro sus ojos oscuros un poco cansados y por la seriedad de su rostro sé que lo que sucedió es grave. No puedo evitar sentir un ligero dolor en el pecho.
—¿Qué pasó? ¿Cómo sucedió Estefan? — pregunto en un aliento.
Suspira.
—No sé si deba contarte esto. — dice no muy seguro con las manos en los bolsillos de su bata médica blanca.
—Por favor… — ruego al borde de derramarme en lágrimas.
Desvía su mirada pensándolo, no se ve seguro de querer contarme. Permanece así por un rato. Parpadeo suavemente provocando que una lágrima deje mis ojos, cosa que atrae su atención hacia mi nuevamente.
—Ella… — comienza a decir pero se detiene y traga conteniéndose. Sé que debe sentirse igual que yo pero lo disimula demasiado bien —venía en un coche pequeño a alta velocidad, se perdió el control y se estampó de frente a una pared de concreto — sus ojos se humedecen, inhala y exhala para calmarse mientras juega con sus labios —. No tenía bolsa de aire Cristal, el impulso hizo que su cuerpo rompiera el vidrio delantero y quedase sobre todos los trozos, porque su pierna quedó atrapada.
Siento como se erizan todos mis vellos al imaginarla en esa situación. Y quiero decir algo, pero no puedo, no encuentro mi voz para hacerlo. Tengo que ser fuerte, por ella, por Estefan y por mi. Pero siento que no podré, siento mi cuerpo desvanecer.
—Sentí morir cuando la vi entrar por urgencias destrozada — comenta con la voz quebrada.
Lágrimas ruedan por mis mejillas al escucharlo, al escuchar el claro dolor en su voz. Me pongo la mano en la cintura y me revuelvo el cabello mirando hacia otro lado.
—¿Cuál es su estado? — pregunto sintiendo el desgarrador nudo en mi garganta.
Suelta una bocanada de aire.
—Grave. — se limita a decir.
—¿Cuan grave esta?
—Demasiado, uno de los vidrios perforó una pared estomacal y otro casi toca uno de sus riñones rompiendo un baso sanguíneo, además de otros incrustados en su pecho y rostro pero esos no causaron ningún daño severo. — Una lágrima silenciosa deja su ojo y la limpia rápidamente —. También están sus piernas rotas así que es muy posible que la cirugía tarde más de lo pensado, tampoco se sabe si pueda suceder un contra tiempo, algo inesperado con su cuerpo.
El dolor en mi pecho y el nudo en mi garganta se hacen más grandes, nunca pensé que esto pudiese pasarle a Tania, a una persona tan buena como ella, pero así es la vida, una mierda con quienes no se lo merecen. Siento que al hablar, al pronunciar palabra me voy a quebrar por completo cosa que no quiero.
ESTÁS LEYENDO
Sentimiento Oculto
Mystery / ThrillerElla es como la noche, tan hermosa, oscura y fría. Su mirada azulada hace que quieras perderte en ella para siempre, cada día, cada hora, cada segundo, parece un ángel caído del cielo. Pero las apariencias engañan, esa chica tiene un aire de mister...