Mi hermana no me habla todo el camino a casa.
Menos mal, porque tengo una elaborada narración en mi cabeza en la que la conversación entre Temo y yo fue muy diferente.
Como, cerrar la puerta de manera diferente.
Como, apagar las luces y chocar contra las cosas mientras saltamos en el lugar tratando de salir de nuestros pantalones de manera diferente.
Sólo tenemos diez minutos, no despiertes al bebé de manera diferente.
Sé que es un detalle extraño de recordar, pero no puedo dejar de pensar en ese momento en el que mi cara estuvo tan cerca de la de Temo que podríamos habernos besado, y entonces él vaciló, y yo vi su garganta moverse mientras tragaba.
Si las circunstancias lo hubieran permitido, le habría dado un puto beso allí mismo.
De verdad, he tenido sueños húmedos menos intensos que ese momento.
Ese destello de vulnerabilidad en sus ojos. De duda. De un tal vez. De que—'qué pasaría si'. Ese breve momento en que se le cayó la máscara.
No hay nada más sexy que un destello involuntario de intimidad.
Y he tenido muchos destellos en el pasado. ¿Necesito recordarte a qué me dedico?
—Me gusta —le digo a la nada que es el coche y mi silenciosa hermana—. Temo. Tu maestro. Creo que también te gustará su clase.
Estoy hablando con los muertos.
No pasa nada, porque ahora, gracias a Temo, mi mente sucia se está masturbando durante todo el camino a casa mientras intento concentrarme en el camino. Espero no llevarme de corbata a un gato.
Imagínalo apareciendo en mi puerta con: "Hola, Aristóteles. He venido con la falsa pretensión de hablar sobre tu querida hermanita cuando realmente me gustaría follar."
O un inesperado: "Oye, traje palomitas y mota, ¿quieres drogarte mientras nos acurrucamos en el sofá de tus padres muertos?"
O: "Mira, no podía sacarte de mi mente, creo que estás muy bueno, tómame aquí mismo en la puerta de tu casa, por favor, no puedo aguantar ni un segundo más sin que estés dentro de mí."
Todos esos escenarios son totalmente posibles, por cierto.
Pero la niñita silenciosa en el auto me mantiene irritantemente arraigado a la realidad. Tengo que aceptar que todas mis fantasías son sólo eso: fantasías.
—Maldita sea, —suspiro en voz baja.
Helena arruga su cara en mi dirección, como si fuera a preguntar por qué estoy maldiciendo, se lo piensa mejor y vuelve a mirar hacia otro lado.
Mira, sé que no hay nada bueno que pueda salir de mis acciones en esa clase, y punto. Con la pequeña pizca de "adulto" que tengo tiene que saberlo. Si realmente hubiera pasado algo entre el profesor de mierda y yo, solo habría una mala noticia.
Volver de la orientación de mi hermana con una mancha de semen en mi camisa de vestir simplemente no es la impresión adecuada.
—Puedes contarlo en el calendario si te hace sentir mejor —le digo a Helena—. Tres o cuatro meses rápidos. Sólo tres o cuatro, y entonces Axel se abalanzará sobre la ciudad como un caballero desde Taiwán para salvarte de tu terrible hermano Aris. Dijo algo sobre tener una gran y encantadora habitación preparada para ti.
A eso, ella no dice nada.
Sorpresa.
—Unos meses —enfaticé de nuevo, sabiendo muy bien que me está escuchando—. Eso es, como, nada. Entonces no tendrás que lidiar conmigo. Puede que nunca me vuelvas a ver, si somos brutalmente honestos. Ni tampoco verás esta estúpida escuela. No tienes idea de por qué te importa tanto lo que dije en esa clase. Sólo estarás cerca de esos mocosos hasta las vacaciones.
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raising hell | aristemo.
Fanfiction[TRADUCCIÓN Y ADAPTACIÓN] ¿Sediento? Tomemos a un fiestero imprudente. (Ese soy yo). Agreguemos un profesor de matemáticas sensato y guapo. (Es estúpidamente sexy y me está volviendo loco). Agreguemos una hermana pequeña, princesa de hielo que odia...