Piensa antes de actuar.
Es una lección de la infancia que nunca se me quedó grabada.
La mirada de Temo es la misma que tenía antes de que yo dijera las palabras. Probablemente porque en realidad es heterosexual, entendí todo mal y ahora está sufriendo un paro cardíaco hetero-traumático.
—Oh —dice, sus ojos se abren aún más.
Oh, Dios mío. En serio es heterosexual.
—¿Es neta? —Le suelto—. ¿Después de venir a mi bar? ¿Después de toda la mirada de placer? ¿Después de todo el coqueteo? ¿Una pequeña insinuación del hermano mayor de tu alumna te asusta?
—Yo... espera. ¿Qué? —Temo balbucea.
—Pensé que te estabas insinuando —Hago un gesto entre nosotros—. Todo esto no puede estar solo en mi cabeza, ¿verdad? ¿Esta tensión sexual?
Su mirada cae sobre la mesa.
Está petrificado. Completamente convertido en piedra.
Genial. Ahora soy la Medusa Gay.
No sólo me humillé, sino que probablemente también hice que las cosas sean permanentemente horribles para mi hermana. Va a mirarla cada clase y a pensar: Oh, Dios mío, tu temible hermano depredador básicamente me chupó el chocolate de la cara.
Yo y mi pene y los problemas en los que siempre nos metemos, ¿tengo razón?
—Lo siento. —Es mi turno de disculparme ahora—. Esto fue... tan muy estúpido. Debí haber escuchado a mi amigo —Dejo escapar un gruñido de suspiro, sacudo la cabeza y me levanto de la mesa—. Por favor, no le eches en cara mis decisiones tontas a mi inocente hermanita. Ya lo tiene bastante complicado como para que ahora la trates de forma extraña, ¿de acuerdo? Olvida que estuve aquí.
—E-Espera. Señor Córcega.
—Disfrute de su docena de pan —Me doy la vuelta y salgo, ignorando las pocas protestas tartamudas que lanza a mi espalda. Incluso el sonido de sus objeciones es muy educado, que lleva el silencio de alguien que intenta guardar silencio en una biblioteca.
Es en el pequeño aparcamiento junto a mi coche donde finalmente me alcanza.
—Señor Córcega, por favor, espere.
Me detengo, pero no me giro. Como reina dramática que soy, tengo que hablarle por la espalda.
—¿No me he humillado lo suficiente, señor López? —Lanzo por encima del hombro mientras saco las llaves.
—No debí haberme congelado como lo hice. Lo siento, no te vayas tan pronto. Quédate. Ya estás aquí. Podemos...
Ahora me enfrento a él.
—Perdóname. He hecho este baile una cantidad incómoda de veces en la última década y no tengo ganas de volverlo a hacer —Muevo mi dedo hacia arriba y abajo de su cuerpo—. Me insinúo a un tipo heterosexual. Y luego te disculpas porque un perdedor gay se enamoró de ti, y te pones en plan 'Lo siento, me siento halagado, pero no soy gay, lo siento, pero me siento halagado, me siento muy halagado'. Ugh, sólo ahórrame eso.
—Pero no...
—¿No qué? ¿Halagado? ¿Una disculpa?
—Hetero.
Le miro fijamente, congelado en mi sitio.
Él endereza su postura, hace por apoyar el codo en mi coche, cambia de opinión y se cruza de brazos.
—No soy... no soy hetero.
—Bueno —Mi mirada baja a su pecho, confundido.
—Mira. Es... —Él suspira—. No es tan fácil para mí. No he hecho esto antes con los padres de una alumna. Quiero decir, ya sabes lo que quiero decir.
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raising hell | aristemo.
Fanfiction[TRADUCCIÓN Y ADAPTACIÓN] ¿Sediento? Tomemos a un fiestero imprudente. (Ese soy yo). Agreguemos un profesor de matemáticas sensato y guapo. (Es estúpidamente sexy y me está volviendo loco). Agreguemos una hermana pequeña, princesa de hielo que odia...